En ese momento no importaba nada, solo nosotros dos. Estábamos solos.
- Leila - dijo mientras me besaba. Le desprendí los botones de su camisa sin pensar. -Leila - repitió.
- Creo que ya estoy lista... ya sabes - dije en un intento de murmullo. Volví a besarlo y a seguir desprendiendo su camisa.
- ¿Estás segura? - insistió.
- Estoy segura. en éste momento solo importamos nosotros, y solo importa que te amo - continué besándolo. Mientras él levantaba tímidamente mi remera.
- Te amo - me susurró dulcemente al oído.
Nuestros cuerpos ahora eran uno solo.
Sentí el sol en la cara, y, si, había sido un sueño. Había soñado con ese momento, con mi primera vez. Y si no fuera por mí, todo seguiría igual, mi vida sería normal. No debería estar prácticamente todo el día encerrada en mi casa y faltando los primeros meses de clases porque mi papá no quería que en la escuela me vean embarazada. Pero... pensar en eso no iba a cambiar nada, tampoco iba a decir que estaba completamente arrepentida de todo, porque mi hija se había convertido en lo más importante para mí ahora. Pero todo seguía pareciéndome tan extraño, que no podía despertarme.
- Leila - dijo mamá abriendo la puerta lentamente y asomando un poco la cabeza.
- ¿Qué pasa mamá? - dije frotándome los ojos.
- Cámbiate y baja - sonrió.¿Acaso tenía turno con la doctora? Revisé el calendario de la pared, pero no había nada anotado.
Intenté vestirme lo mejor posible. Zapatillas, unos jeans y una remera ancha azul.
...
Mamá no quiso decirme dónde íbamos, por un momento muchas ideas pasaron por mi cabeza.
Me llevó a un local de ropa para bebés, hacía unos días le había dicho que quería comprarle algo a la bebé con lo que había ganado trabajando como niñera. Habían tantas cosas lindas, que me costó mucho decidirme. Hasta que elegí un vestido, y una remera amarilla con letras. Mamá me regaló unos zapatitos.
Cuando llegamos a casa, mientras bajaba a abrir el porón para que mamá guarde el auto, ví a Patricio, hacía dos dias no lo veía, y ya lo extrañaba.
- Hola - le sonreí. Su cara me preocupaba a sobre manera. Tenía los ojos como platos.
- Creo haber visto a Liam - soltó la frase así, sin más.
¿Cómo era posible? Liam no sabía donde estaba. Si papá llegaba a verlo lo mataría, literalmente. Hacía un mes, me había quitado el celular porque me descubrió hablando con él, aunque aun asi seguí hablando con él por el celular de Patricio.No quería ni imaginar si papá llegaba a enterarse de que estaba allí. Tal vez Liam había visto la característica y supo donde estaba. Aunque, tal vez solo era un error, Patricio solo conocía a Liam por fotos, tal vez se había confundido.
- Q... ¿Qué? ¿Dónde? ¿Estás seguro? - las preguntas salieron incoherentemente de mi boca.
Salí sin pensar de la casa, sin decirle a mamá ni nada.
-¿Dónde lo viste? – Le pregunté a Patricio. Necesitaba ver a Liam. Estar con el, abrazarlo.
- Te llevo, lo ví en la plaza – dijo.Nos acercamos hasta ahí. Casi doy un salto de la emoción al ver a un chico de espaldas, de cabello castaño y corto, jeans, zapatillas y camisa a cuadros, parecía Liam. Pero cuando se dio vuelta me di cuenta de que no. Solo tenía un pequeño parecido.
-Disculpa – dijo Patricio lamentándose – no debí haberte traído ni decirte nada. Volvamos a tu casa
- No te preocupes – dije aguantando el llanto.
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I wanna wake up |cancelada|
Teen Fiction¿Qué pasaría si quedas embarazada a los 16 años? ¿Cómo afrontar una responsabilidad tan grande tan corta edad? Ésto es lo que le ocurre a Leila, su vida "casi normal" da un giro inesperado cuando, luego de dos meses de haber pasado una noche con Lia...