I wanna wake up |cancelada|

Cap. 3 ¡Estoy embarazada!

Luego de que Kate y Liam se fueran, mamá me miró preocupada. Sé que tarde o temprano ella se enteraría, pero,  por el momento, no estaba en mis planes contárselo. Se sentó a los pies de mi cama.
-Has estado algo extraña estos dias ¿Pasa algo con Liam?
-No, nada importante…- forcé una media sonrisa.
- Pues, no parece así… cuando quieras puedes contármelo – sonrió mientras me acariciaba el pelo, traté de devolverle la sonrisa, - Prepárate, llegarás tarde a la escuela – dijo al tiempo que salía de mi habitación.
No me había dado cuenta de la hora, ni del día. Busqué algo suelto que ponerme. Solo comí una tostada y salí de mi casa, cuando llegue al colegio, no había mucha gente. Me acerque a mi locker y deje mis libros. Kate me sorprendió tocándome la espalda.
-¿¡Por qué no se lo dijiste!? – dijo casi gritando.
-Tu papá los habló – dije mientras sacaba un libro, sin mirarla.
-No es excusa, si decías que era algo importante, lo de mi papá podía esperar.
-Como si fuera tan fácil – refunfuñé cerrando con fuerza el locker.
-Por favor Leila… - suplicó con cara de perro mojado.
-Tarde o temprano se enterará.
-Mejor si es temprano, y si se lo dices tú.
-Bien, pero, tengo que pensar como decírselo.
Sonó el timbre, caminamos al salón de clases, Liam me esperaba en nuestros lugares.
-¡Buenos días! – Saludó la profesora de biología – saquen las cosas que había pedido para hoy – puse los ojos como platos y maldije en mi fuero interno.
-No te preocupes, traje todo – sonrió Liam – estuviste muy distraída últimamente.
Debíamos hacer una disección del encéfalo, pusimos las cosas en la mesa, el olor a sangre del cerebro de la vaca me mareaba y sentía nauseas.
-Profesora, No me siento bien.
-Señorita Gómez, por favor – me reclamó y continuó con su clase normalmente.
-Estás pálida – me dijo Liam. – Por favor profesora, en verdad se siente mal, está pálida.
-Eso es algo normal, a todos les da asco.
-Esperaré al recreo, no te preocupes – dije tocándome el estómago y luego la cabeza.
Sentía que todo se me iba a salir, Liam hizo solo la disección, cubriéndome si se acercaba la profesora. Sonó el timbre del recreo ¡Al fin!. Corrí al baño.
 Mucho mejor, pensé.
-¿Estás bien? – preguntó Liam apenas salí.
-Si es que…
-No importa...- sonrió.
Las horas pasaron lentamente, hasta que al fin llegó la hora de la salida, y volví a casa, Mabel no estaría esa noche, tenía una reunión con sus amigas, y papá estaba de turno en el trabajo, por lo que le pedí a Liam que se quedase conmigo.
Ambos estábamos recostados en mi cama, comenzó a acercarse a mí y presionó sus labios en los míos y comenzamos a besarnos, mientras me recostaba en la cama.
-Espera – dije apartándolo con delicadeza de mi lado.
-¿Qué pasa? – preguntó acariciándome la mejilla con el dorso de su mano, lo que solía provocarme una ligera corriente eléctrica.
-No sé si…puedo…
-No hare nada que no quieras – dijo luego de besarme. Sonreí.
-Tengo que decirte algo…- no lo miré a los ojos.
-Te escucho – nos sentamos y luego me abrazó.
-Es que – hice una pausa que me pareció interminable, mientras miraba mi barriga – Estoy, estoy – esa palabra no lograba salir de mi boca – estoy embarazada – dije mientras, mis ojos se llenaban de lágrimas.
Me abrazó, ni siquiera esperaba esa reacción, traté de devolverle el abrazo como pude.
- No sabes lo feliz que me hace.
-Liam… tengo 16 y tú acabas de cumplir 17.

-Nunca te vas a dar cuenta que eres diferente a las demás ¿Verdad? – Sonrió - ¿Desde cuándo lo sabes?.
-Hace unas semanas.
Me besó y le rodeé el cuello con los brazos.
-Te amo – me susurró al oído. - ¿Por qué no me lo dijiste cuando te enteraste?.
-Tenía miedo…
-¿A qué? – preguntó levantando una ceja. 
-A que algo cambie, no sé.
-¿Es que tan poco me conoces? – sonrió.
Me besó con ganas y le rodeé el cuello con los brazos, mientras nos acostábamos en la cama, sin intenciones de hacer nada, me acosté abrazada a su pecho y el me acariciaba el pelo dulcemente.