Cap 21 Iara

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  • Dedicado a Iara Agostina
                                    

Mi mente estaba llena de recuerdos. La primera vez que había visto a Liam, cuanto me sonrojé la primera vez que me habló y cuando me pidió ser su novia. Recordaba nuestro primer beso. Recordaba toda mi vida, cuando aún era pequeña, la primera vez que me raspé la rodilla. El primer día de clases, cuando conocí a Kate en la primaria. Abrí los ojos y me di cuenta que había tenido un largo sueño. 

-Liam – dije instantáneamente al verlo arrodillado y dormido a mi lado. 

Abrió los ojos y me miró aun un poco dormido. 

- ¿Dónde está… la bebé? 
- Está en cuidados intensivos 
- ¿La viste? – Asintió con la cabeza – ¿Tienes…una foto? 
- Claro, espera – dije intentando no llorar. Buscó su celular en el bolsillo - Mira – dijo mostrándomela. 

Se la veía tan pequeña, tan frágil. Apenas tenía unos cuantos cabellos, castaños. 

- Es…hermosa…se parece… a ti – dije con los ojos llenos de lágrimas. Liam entrelazó sus dedos con los míos. 

Oí que se abría la puerta. Eran mamá y papá. 

-Leila – lloraba mamá. 
- Recién despierta, voy a llamar a la doctora – dijo Liam besándome la frente. 
- ¿Ya la viste? – le pregunté a mamá. 
- Si…es hermosa. Dicen que a pesar de las complicaciones está muy sana – sonrió – dicen que lo mejor es que esté contigo. Apenas puedas te llevarán a verla.
- Papá…- Se acercó llorando a abrazarme 
– Perdóname por ser tan estúpido. 
-No te preocupes… papá. Creías… que hacías lo correcto.


Volví a quedarme dormida, aún no pasaba por completo el efecto de la anestesia. 

… 

Aún creía estar bajo el efecto de la anestecia. Abrí los ojos y estaba en otra habitación y mamá acomodaba unos bolsos en un pequeño sillón que había cerca de la cama. Luego ví que se abría la puerta, era la doctora. 

-¿Cómo estás? – entró sonriendo. 
- Bien – dije intentando sentarme en la cama, cuando noté que me dolían los puntos de la cesárea – me tira un poco, pero estoy bien. 
- No te preocupes, en cuanto te saquen los puntos vas a estar bien – dijo - ¿Quieres conocerla? – la miré incrédula. 
- C…¡Claro! – sonreí. 
- Te haré una propuesta… - ¿una propuesta? - ¿Crees que podrás mantenerla con el método canguro? Al principio, no será mucho tiempo, pero cuando te acostumbres…-la interrumpí. 
- ¿Qué es eso? – mamá se acercó a mi lado. 
- La idea es mantenerla cerca de tu pecho para que mantenga la temperatura, para que escuche tus latidos y pueda dejar la incubadora lo más rápido posible. 
- Eh – dije mirando a mamá – si, claro que sí – sonreí. 
- Entonces… acompáñame a la sala de neonatología. 

En el camino la doctora me explicaba todo lo que quería saber. Me explicó que para no precipitar las cosas solo iba a estar sesenta minutos, y quizás luego iría aumentando el tiempo. Solo debía hacerlo hasta que su peso llegue a los 2 Kg, la bebé pesaba 1,600 kg y dijo que había nacido a las treinta y seis semanas, adelantándose casi un mes. Además dijo que me enseñarían a amamantar. 

-Mira, tu mamá despertó – le decía. Se me llenaron los ojos de lágrimas al verla – Toma dijo entregándomela. Aún tenía miedo. No sabía cómo sostener un bebé – debes sostenerla en posición vertical, la mejilla de la bebé debe estar contra tu pecho – dijo acomodándola. Aún no podía creerlo, esa era mi hija, al fin la conocía. Después de todo lo que había pasado, todo ese esfuerzo, finalmente podía verla 
- Eres hermosa… Iara – dije acariciándole la mejilla. Abrió sus enormes ojos marrones. 
-¿Iara? – dijo mamá que había venido junto a mi todo el rato. 
- Sí, asi quiero ponerle – dije sin dejar de mirarla – mamá… 
- ¿Qué pasa? – preguntó un poco nerviosa. 
- ¿Liam? ¿Dónde está? 
- Está en casa, se quedó a dormir ahí, en un rato seguro estará aquí – sonrió. 

Volví a mirar Iara, aún me costaba pensar que era ella, que había estado dentro mío y al fin estaba con ella, al fin había llegado el día en que la conocía. ¿Cómo podía amar tanto a alguien que veía por primera vez? 

-Iara – dije mirándola y tocándole su pequeña mano, luego ella se aferró a mi dedo. No pude evitar que se me llenasen los ojos de lágrimas - Prometo no dejarte, prometo cuidarte. Prometo desvelarme para darte de comer. Prometo no abandonarte en ningún momento, a partir de ahora, y para siempre serás el motivo de mi vida. Te amo.

I wanna wake up |cancelada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora