Tiempo de cambios

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Tres días después, Jiang Cheng aparece por mi casa. Wei WuXian envió aquí una maleta con su ropa. Por lo visto, tuvo que hacer el envío a escondidas de sus padres, y acabó por poner mi dirección porque no sabía cuál más poner. Jiang Cheng lleva varios días durmiendo en casas ajenas, sin quedarse mucho tiempo en ninguna, por lo que es difícil localizarle. WangJi acaba de terminar su mudanza, y WuXian no tardará en ir a vivir con él. Por supuesto, la casa de tío estaba descartada. Aunque si se le explicaba la situación, tío la habría recibido sin poner objeciones.

Lo mismo para WangJi. Tengo serias dudas de porque no la mandó allí. O bien no quiere que Jiang Cheng conozca su dirección o bien trata de evitar un enfrentamiento cuando sus tutores pasen a ver la casa. La otra opción es que Wei WuXian planee que hable con él al respecto de todo lo que está pasando. Hasta donde sé, sólo llamó a Yanli para decirle que estaba bien y le pidió a WuXian por mensaje que le enviase la maleta. Así que, en cierto modo, soy parte de una venganza personal. Lo cual, sinceramente, a estas alturas no me extraña.

Ninguno de los dos ha enviado un mensaje en estos tres días. Jiang Cheng nunca responde, así que me limite a dejar de enviarlos. Al menos hasta que tuve que avisarle de que su maleta estaba aquí. Respondió mucho más rápido de lo que suele hacerlo, es más, llamó directamente en vez de responder al mensaje. Por el ruido ambiente, estaba en la calle. Acordamos una hora para encontrarnos y me colgó, dejando con la pregunta en los labios. ¿Tanto le costaba decir si estaba bien?

No he dejado de pensar en el en los últimos tres días. La introspección dejo muy claro que él es la única incertidumbre de mi vida. Estuve pensando mucho y tomando decisiones importantes. Y sin embargo, cualquier tipo de resolución que tome con respecto a él, se va al traste en cuanto su presencia centellea en una parte de mi mente. No entiendo cuando ha empezado a aparecer con tanta facilidad entre mis pensamientos diarios. A menudo me encuentro tratando de imaginar sus reacciones y opiniones. Ni ayudar a WangJi con la limpieza y la mudanza libera del todo mi mente.

Me sorprendió mucho que fuera WangJi quien comenzase una conversación y más que preguntase por Jiang Cheng. Siempre ha habido una cierta tensión entre ellos que ha hecho que no se lleven del todo bien, aunque se soporten sin problemas. WangJi evito opinar sobre mi relación con él, pero una parte de su actitud parecía estar dispuesta a darle una paliza si me hacía daño. ¿No se supone que el de las amenazas es siempre el hermano mayor? ¿Desde cuándo WangJi se ha vuelto tan protector? Tal vez simplemente esta algo tenso porque echa de menos a WuXian. Se le nota impaciente por verlo.

No puedo negar que estoy nervioso. Incluso he preparado té con hielo sólo para tener una excusa para que se quede un poco. Hace bastante calor, así que imagino que no se negará a beber algo fresco. Quiero mantener una charla tranquila durante un rato, saber que ha estado haciendo y cómo le va la búsqueda de trabajo y habitación. Prácticamente he estado tarareando desde que respondió al mensaje. Es absurdo que esté tan feliz por tan poco.

El sonido del timbre es una pequeña bendición. Compruebo mi peinado en el espejo de la entrada antes de abrir la puerta. Y ahí esta Jiang Cheng, con los brazos cruzados y una expresión de impaciencia. Lo invito a pasar de inmediato. En cuanto se mueve lo noto. Esta más delgado. La ropa tan pegada al cuerpo no deja ningún tipo de duda al respecto. Jiang Cheng entra con decisión, como un pequeño tornado, abriéndose paso hasta el salón.

- No voy a molestarte mucho ¿dónde está la maleta?

- Si tienes algo de tiempo, he preparado te frío – le invito a sentarse con una sonrisa.

- No, gracias. – ¡Ugh!

- ¿Agua fría entonces? – Jiang Cheng suspira.

Distensión de un loto imperecederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora