Distensión de un loto imperecedero

Aguas en calma

Lunes, lo que significa últimamente, cena en casa de los Nie. No es que me moleste, pero se está volviendo una costumbre. MingJue ha dejado de fusilarme con la mirada y hasta es agradable a ratos. Hasta ha empezado a bromear y todo. ¿Quién iba a decirlo? El mastodonte tiene más sentido del humor que XiChen, y es tremendamente fácil meterse con él. Y para el pronto explosivo que tiene, la verdad es que se toma bien las bromas, siempre y cuando no cruces cierta línea.

Y XuanYu ya le ha pillado el punto. No me extraña que se arriesgue a soltar algunas de sus mamarrachadas con él solo para ver sus reacciones. Mientras HuaiSang no sabe dónde esconderse cuando su hermano grita, XuanYu se ríe a carcajada limpia. La he visto hasta agarrarse a su brazo y pincharlo hasta hacer que se pusiese rojo de rabia. Porque aquí, el colega, ya la trata como a su hermana pequeña. Si ella y HuaiSang no llegan a nada, igualmente se ha ganado una familia. Porque Nie MingJue fue a hablar con sus tíos y soltarles una palabrita o dos sobre el panorama que tenía y amenazó con hacerles hablar con su abogado acerca de lo poco legal que era que estuvieran usando el dinero de su manutención cuando ella ni vive con ellos, entre otras cosas. Creo que sus tíos ya tienen pesadillas con él...

Vamos, que poco le falta ya para ser una Nie más. Lo cual no deja de ser algo sorprendente, porque pensaba que tenía el cerebro repleto de músculos y no sería capaz de aceptar la situación. HuaiSang también estuvo sorprendido cuando su hermano aprobó a XuanYu de inmediato y acepto con una calma brutal su cambio de género. MingJue resulto salir con una aplastante lógica. Ella siempre se presentó en femenino y hablo en femenino desde el primer momento. Habría que ser un idiota para aceptar que no era una chica tuviera los genitales que tuviese. Simple y directo. Y por supuesto, la apoyaría en lo que necesitase mientras estuviera bajo su techo. HuaiSang estuvo procesando la información completamente shockeado durante varios minutos.

Así que ahora, cuando vamos los lunes, es completamente normal encontrarlos a los tres entre los fogones. O mejor dicho, a XuanYu y MingJue entre los fogones y HuaiSang poniendo la mesa, porque su hermano sigue sin dejarle acercarse a los fuegos desde el día que se calentó la leche para desayunar y se durmió en el sofá. De XuanYu se fía más porque literalmente le está enseñando a ella a cocinar para evitar que HuaiSang toque algo que no sea el microondas. A mí me suena a curso de preparación matrimonial al estilo Nie, pero HuaiSang sigue negando que su hermano este a favor de que salgan juntos. Si le preguntas a XiChen, él afirma que no le extrañaría nada que en cuanto ella sea legalmente una mujer obligue a su hermano a proponerle matrimonio. HuaiSang se ríe mucho de los demás, pero es como un puto muro cuando entra en negación.

A veces la puta pulga también aparece. Solo porque todo era demasiado perfecto para ser real. Trato de ignorarlo cuanto puedo, y por suerte, el hace lo mismo conmigo. El desagrado es mutuo y se nota. XuanYu se dio cuenta muy rápido de que era mejor no hacer nada para impedirlo porque la pulga y yo discutimos tan pronto como nos decimos tres palabras de más.

Esa tarde XiChen tenía algo extra que atender y aviso de que llegara justo para la cena, así que fui antes para pasar un rato con la no-pareja feliz. Para cuando llegue, XuanYu estaba acurrucada en las piernas de HuaiSang mientras ambos trasteaban con el móvil. Por suerte no lo suficientemente concentrados como para no oír el timbre.

- ¿Qué es tan interesante como para que os ignoréis mutuamente?

- Jiang Cheng, sí que llegas pronto hoy. ¿Y XiChen-ge?

- Vendrá luego. - XuanYu palmea el cojín del sofá a su lado – uno de los críos a los que da clases ha suspendido un examen y tienen clase de refuerzo.

- Siéntate conmigo A-Cheng. - continúa con los golpecitos.

- ¡No soy un perro! ¡No me llames así! - XuanYu infla sus mofletes.