Hogar es donde el corazón descansa

803 118 59
                                    

¡Un mes!, ¡un maldito mes! Me escayolaron la pierna hasta el muslo en cuanto pudieron quitarme los puntos, y por supuesto, les faltó tiempo para convertirla en un collage de dibujos y deseos absurdos. Si no fuera por las costillas, hace ya dos semanas que me habría escapado del hospital. Se empeñaron en que resultaría demasiado doloroso moverme con las costillas rotas y tratando de no apoyar el pie en el suelo. Así que dos semanas enteras de WuXian haciendo pucheros y bromas y de HuaiSang y XuanYu viniendo a tener sus citas al hospital. Al menos pude salir por mi propio pie gracias a las muletas, si tengo que aguantar a WuXian discutiendo con XiChen para empujar la silla de ruedas, los mato a los dos. ¡Que no soy de porcelana joder!

Como predije, mis padres tardaron casi dos semanas en volver al hospital. Y teniendo en cuenta que me quede con los dos a solas en la habitación, estoy más que seguro que Lan QiRen estuvo detrás de eso. Estar dentro del hospital hizo que no hubiera muchos gritos, pero las cosas tampoco mejoraron. Les deje muy claro que era tarde para lamentarse de muchas cosas y que esperaba permanecer tan lejos de ellos como me fuese posible. Volver a Yummeng estaba completamente descartado como una opción.

Mientras mi madre hacia esfuerzos por no partirme la pierna sana, mi padre explicó tranquilamente que pretendían que fuese aprendiendo los entresijos del negocio y las cosas a las que dedicaban cada uno, mientras estudiaba para estar lo más preparado posible, para cuando terminase la carrera y fuese a trabajar con ellos. Mi respuesta fue directa. La única razón por la que había aceptado heredar su maldito negocio, era porque ellos lo habían querido así. Podía adaptarme cuando terminase de estudiar y la universidad de Gusu tenía mejores programas de estudio que Yummeng.

Además, ya le había pedido a XiChen que se encargase de mi matricula. Todo un acierto, por cierto. No sé cómo lo hizo, pero me consiguió una segunda beca para material. Jamás subestimes lo que significa todas las fotocopias del curso gratis. Parece poco, pero a la larga es un buen pellizco. Seguro que tuvo algo que ver esa resplandeciente sonrisa suya...

A mitad de discursión, WuXian apareció. Como era usual, mi madre ignoró su presencia y siguió gritándome hablando conmigo, mientras padre se ponía al día con él. Madre no paraba de insistir en que regresase a Yummeng hasta que estuviese completamente recuperado. No cedi. Para quedarme solo en el muelle podía dedicar mi tiempo a estudiar. Y si, volvería a casa para las malditas vacaciones de fin de año. Al menos con una condición. Le exigí que le pidiera perdón a WuXian por las acusaciones que le había hecho la última vez. Él no había estado involucrado en el accidente de ningún modo y si yo estaba en el hospital nunca fue por su culpa.

No se lo esperaban. Ninguno de los tres. Se quedaron completamente bloqueados sin saber cómo reaccionar. Madre bufó y se rió como si hubiese hecho algún tipo de chiste macabro. Lo repetí de nuevo. O se disculpaba con mi hermano, o podía olvidarse de que volviese a poner un solo pie en el Muelle. Su cara se contorsionó. Si, una puñalada directa al orgullo. XiChen tenía razón en algo. Madre y yo hemos lastimado demasiadas veces a WuXian sin disculparnos por ello. Es hora de que ciertas cosas cambien, por nuestro propio bien.

Cuando WuXian iba a rechazar las disculpas para salvar el ego de mi madre, lo hice callar. Ha tenido más de diez años para aceptar que tiene tres hijos, aunque con uno de ellos no comparta vínculo de sangre. Padre trató de decir algo y lo hice callar también. La misma frase se aplicaba para él. Tenía dos hijos además de WuXian y era hora de que se fuese enterando de ello.

Mientras madre hiperventilaba, él se acercó a la cama y me aseguró que era muy consciente de mi existencia, que sólo había tratado de apoyar a WuXian para que no se sintiese desplazado por el rechazo de su esposa todo este tiempo. Nunca negué que WuXian no necesitase aquella compensación, pero tal vez, solo tal vez, podía no haberme ignorado en el proceso. Nunca fue su intención. Pues enhorabuena padre, tarde para eso, como siempre. Lo ignoré por completo para centrarme en madre.

Distensión de un loto imperecederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora