El ataque de Panqueque

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Al día siguiente, HuaiSang se apareció medio llorando por mi facultad, buscándome. Al final no logró atrapar a XuanYu y no volvió a su casa más tarde. ¿Esta HuaiSang arrepentido de haber liado la que ha liado? Por supuesto que no. Y no importa si le estrujas el melón que tiene por cabeza, ni medio vaso de zumo decente saldrá de ahí. Mas le vale que deje de hacer el capullo y tenga una buena charla con ella, porque a este paso, la va a joder de verdad. Tal vez la puñalada que necesitaba para reaccionar era mencionarle que no hay mucha diferencia entre lo que se queja que hace Meng Yao y su propia actitud. Puede que él no se esté tirando a XuanYu, pero juega con sus sentimientos del mismo modo o peor, dándole siempre esperanzas que no quiere cumplir. Creo que es la primera vez en mi vida que veo a HuaiSang largarse cabreado después de darle un puñetazo a la mesa. Esperemos que no termine de cagarla ahora...

Le mando un mensaje a XuanYu. Ha pasado la noche con WuXian y WangJi y esta noche se irá con los hermanos Wen. Si HuaiSang no se disculpa adecuadamente, tal vez pase algo más que unos días con ellos. Eso huele a ultimátum. Me pide que no le diga nada a HuaiSang por ahora. Que irá a por sus cosas a casa de los Nie después de su revisión médica para ajustar las hormonas, ya que últimamente le provocan más cambios de humor que nunca y siente que entre el idiota de su no-novio y la medicación, va a acabar por perder la cabeza. ¿Cuánto tiempo lleva hormonándose? ¿No tendría que estar completamente regularizada ya? Espero que no se la lie a Wen Qing, o la veo durmiendo en el estudio con Panqueque...


Vuelvo a casa después del adiestramiento con Panqueque. Concentrar sus horas en un solo día hace que volvamos siempre tardísimo. A-Huan está hablando por teléfono en la cocina mientras prepara té. En seguida se acerca para dejar un beso rápido en mi frente y se agacha para acariciar a Panqueque. La llamada parece seria. Apenas termino de cambiarme, la puerta suena. A-Huan sigue hablando por teléfono, así que voy a yo. Panqueque me sigue, no vaya a ser que me pierda de camino a la puerta. WuXian se lanza directo al abrazo para retroceder tan pronto ve a Panqueque, grita y gimotea que le quite al monstruo y le deje pasar. Increíble Panqueque ha entendido antes la orden de "quieto" y "ve" antes de que WuXian deje de gimotear en cuanto lo tenga a menos de un metro. Mando a Panqueque con XiChen, y WuXian entra casi corriendo hasta la puerta del baño.

Suspiro, cierro la puerta y me vuelvo poniendo los ojos en blanco. Tan pronto como Panqueque desaparece por la puerta de la habitación, WuXian se acerca a abrazarme de nuevo. Parece que A-Huan ya no está en la cocina. Además de tratar de ahogarme, empieza a gimotear toda una verborrea que no entiendo. Tengo que obligarle a soltarme y hacer que empiece a explicarse para entender que mierdas le pasa. No funciona, empieza a llorar a moco tendido y no se le entiende nada. Acaba volviendo a abrazarme y llena de mocos mi camiseta. ¡Será guarro! Le grito que vaya a moquear al idiota de su novio y eso solo hace que llore todavía más fuerte. Mierda. ¿Qué demonios pasa ahora? ¿Es una pandemia de novios metepatas o qué? Creo que ya sé con quién está hablando XiChen...

Tengo que palmear su espalda hasta que se calma lo suficiente como para soltarme. Lo hago sentarse en el sofá y voy a la cocina a por servilletas. No quiero que vuelva a usar mi camiseta de moquero. Menos mal que XiChen siempre deja té hecho como para un regimiento. Le sirvo una taza a WuXian y le exijo que se la beba para que se calme y después se explique de cero. En seguida coge su taza y se acurruca a mi lado. Si piensa que voy a darle mimos lo lleva claro. Ese es privilegio de A-Huan y a lo sumo, de Panqueque. Le doy unas cuantas palmaditas en la pierna al ritmo de "ea ea ea, ya pasó" y WuXian solo baja la taza para decir que apesto dando consuelo. ¿A qué coño vienes hasta aquí entonces? ¡Llama a YanLi para eso!

Cuando se termina el té se apoya en mi hombro y me abraza con un lloriqueo de "como no me consuelas, lo hago por mi cuenta". Si, ya, claro. Le hecho el brazo por encima para que se calle. Panqueque permanece a otro lado, tumbado junto al sofá, donde WuXian no puede verle. Parece que alguien no quiere irse lejos. Este perro tiene mejor instinto que el idiota de mi hermano. WuXian se acurruca y empieza a llamarme juguetonamente. ¡Didi mis narices! Le doy un manotazo y le exijo que se explique si no quiere que Panqueque le consuele por mí. Rezonga, gimotea, y cuando ve mi ceño fruncido, comienza a explicarse.

Distensión de un loto imperecederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora