Distensión de un loto imperecedero

Un 28 de junio cualquiera

Tal vez sea porque este año corrió como la pólvora el rumor de que era gay, o por las veces que he echado una mano al consejo de estudiantes, o puede que ambas. El caso es, que este año me han pedido que encabece el grupo universitario que acudirá a la marcha del día del orgullo y que sea uno de los que sujete la pancarta que abra el grupo. WangJi y WuXian también estuvieron dentro de la propuesta, pero ambos comentaron que ya tenían planes por su lado y que nos reuniríamos al final de la marcha. Ni siquiera le he preguntado a A-Cheng al respecto. Doy por sentado que irá con ellos y con XuanYu y HuaiSang. Fueron A-Yao y A-Jue quieres decidieron venir conmigo.

Por suerte es sábado. A-Cheng volvió a despertarme con besos y caricias en cuanto volvió. Me sorprende que siempre vuelva tan activo cuando trasnocha. Prácticamente todos los sábados regresa a casa en torno a las cinco, me despierta, normalmente con besos de ombligo hacia abajo o directamente con su lengua, se me sube encima hasta quedarse satisfecho y se duerme en mi pecho como si nada. Siempre dice que mis ganas se despiertan antes que yo por la mañana y que soy mucho más brusco recién despierto, algo que le encanta. Así que no es raro que lo oiga gemir mi nombre mucho antes de que me de los buenos días. Cosa que curiosamente hace justo antes de quedarse dormido.

Siempre me quedo un rato a su lado. A veces me duermo de nuevo con él acurrucado, otras simplemente lo acaricio hasta que me siento completamente despierto y me levanto. Hoy me desperté con A-Cheng subiendo y bajando con su lengua. No creo que haya mejor forma de despertarse que con tu novio usando toda su habilidad bucal para hacer que te excites al máximo. Y a diferencia de otras veces, A-Cheng se toma su tiempo. Acaricio su pelo mientras lo veo juguetear con sus labios en el glande, y espera a recorrerlo con la lengua para metérsela por completo en la boca y hacerme gemir. Es increíblemente sexy cuando se mueve de ese modo, mirándome fijamente mientras sube y baja, retándome a llevarlo mucho más lejos. Sólo necesito embestirlo suavemente para que se detenga.

En seguida me acaricia y se sienta sobre mis caderas. Apenas he apoyado mis manos en su cintura y ya está poniéndome un condón. No tarda en inclinarse para besar mis labios y felicitarme el día del orgullo. El mismo asegura, mientras se autopenetra, que no hay mejor manera de celebrando que empezando el día con una buena demostración de amor. No puedo negar esa lógica. Así que simplemente me dejo llevar hasta donde él quiera llevarnos. Oírlo gemir de ese modo a primera hora de la mañana es maravilloso.

Por no hablar de las estupendas vistas. A-Cheng prácticamente baila para mí, tan hermoso que apenas puedo contenerme. Y sin embargo oírlo aumentar el volumen y la frecuencia de sus gemidos hace que sólo quiera oírlo más y más. Y en algo tiene razón, mi cerebro no está del todo operativo ahora mismo, pero la parte que si lo está sabe muy bien como mandarlo directamente de un orgasmo seco, a uno húmedo y hacerlo rebotar sobre mi cuerpo con penetraciones completas.

Acabo con todo el estómago cubierto de su semen justo antes de que se derrumbe sobre mi pecho, todavía jadeando y gimiendo. Completamente exhausto, sudado y hermoso. Lo abrazo, acaricio su pelo hacia atrás y beso su frente para después darle los buenos días. A-Cheng sonríe, se acurruca en mi cuello y me regresa el saludo. No tarda en quedarse completamente dormido al calor de las caricias. Permanezco hasta las seis acariciándolo, antes de levantarme, limpiarle y arroparlo para dejarle dormir. Me encantaría quedarme a su lado, pero hoy no es posible. Me dirijo directamente a la ducha. No importa que, hoy va a ser un día grandioso.

Llego a la universidad a primera hora. Parte del consejo ya está reunido y empezando a hacer las pancartas. Hay planeadas unas charlas sobre diversidad sexualidad e identidad de género a las nueve y a las diez saldremos hacia el punto de encuentro de inicio de la manifestación. Ayudo con los preparativos mientras escucho la intervención de los ponentes. Me cuesta bastante no dedicar toda mi atención a las charlas. Son realmente interesantes. Ni siquiera me había planteado la posibilidad de que el abanico de orientaciones sexuales fuese tan amplio.