Bambúes en el lago

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Advertencia: menciones a sangre y violencia ligera ( ⓛ ω ⓛ )

¿Qué esperabais? ¿Qué esto se iba a acabar con sobredosis de azúcar? ( •̀ ω •́ )✧ JA!



Son ya casi seis meses que JingYi empezó a vivir con nosotros casi de casualidad. Casi, porque A-Huan se cogió los siguientes dos días libres para arreglar los papeles de JingYi y asegurarse de hacer su solicitud de adopción, que aún está en trámite. Parece que el hecho de que seamos una pareja homosexual ha alargado los trámites más de lo necesario, porque seguimos teniendo visitas con la asistente social para asegurar que JingYi está siendo tratado adecuadamente. ¿Y qué demonios esperan? ¿Qué lo engordemos para meterlo al horno y comérnoslo? ¡Por supuesto que JingYi está bien! ¡Lo único que necesita ese niño para ser feliz es pollo frito y a Panqueque lamiéndole la cara!

Menos mal que casi no tiene grasas y que JingYi es medio hiperactivo o tendríamos una pelota de niño ahora mismo. ¡A-Huan lo consiente demasiado! ¡Siempre soy yo quien tiene que controlar lo que come! ¡Padre e hijo son iguales! Hasta el suegro dice que si no fuese porque está seguro de que soy un hombre, pensaría que lo he dado a luz yo. ¡Maldita sea! ¡Incluso QiRen se atusó la barba y asintió al comentario! JingYi no tardo ni diez minutos en ganarse a toda la familia. A-Yuan ya lo considera como su hermano, y desde que van a la misma clase, se han vuelto uña y mugre. Y por supuesto, WuXian está encantado de tener un pollito más bajo sus alas. ¿Quién iba a decirlo? Se comporta como una gallina con los pequeños. Menos mal que está WangJi para controlarlo, o no habría manera de dejarlos jugando juntos.

Nuestros horarios han cambiado desde entonces. XiChen ha reducido su jornada a las mañanas, salvo para las cirugías de urgencia. Yo también he cambiado mi turno a fijo por las mañanas, aunque todavía tengo que hacer la ronda de los pueblos y las granjas lunes y sábados. Suerte que tenemos a toda la familia deseando quedarse con el enano, o tendríamos serios problemas para hacernos cargo de JingYi en algunas ocasiones. No es la primera vez que me lo llevo a él y a Panqueque el fin de semana a hacer la ronda de las granjas mientras XiChen atiende una urgencia. Mucho espacio libre para correr y soltar energía, donde puedan hacer pocos destrozos. Y JingYi está aprendiendo a tratar a los animales con respeto. Tres en uno.


Es más de mediodía. La clínica está a punto de cerrar para el descanso de la comida y la limpieza para el relevo de por la tarde. Atiendo a una señora muy asustada porque la tortuga de su hijo ha entrado en hibernación. A puntito estuvo la señora de tirarla por el retrete pensando que había muerto. Menos mal que pensó que podría atascar la tubería y la trajo para que nos deshiciésemos de ella. Pobre bicho, ya veremos si consigue terminar de hibernar o no. Abro la puerta para dejar pasar al último paciente de la mañana. No hay nadie, así que estoy por cerrar con llave la puerta de la entrada, cuando casi me dan con ella en las narices. Se abre de golpe para dejar entrar a un adulto con prisas.

- ¡Eey! ¡Cuánto tiempo gato gruñón! – dice entrando por la puerta como si lo hiciese cada día.

- ¡¿¡Xue Yang!? ¿¡Qué cojones haces aquí, jodido psicópata!?

- ¡Visita express! – dice quitándose la mano de la herida en su costado. - ¿Te importa echarle un ojo?

- ¡Jodida mierda! ¡Soy veterinario Xue Yang, no cirujano! – salgo a bajar la persiana hasta abajo sin poner el cerrojo y cierro la puerta con llave. - ¿En qué mierda estás metido ahora?

- ¿De verdad quieres saberlo? – sonríe enseñando los colmillos. ¡Joder!, ¡No ha cambiado una mierda! ¡Sigue siendo el jodido raquítico con sonrisa de hiena de cuando era adolescente! Suelta a la niña que tiene de la mano y la sienta sobre uno de los sillones ¿Pero qué demonios? ¡No me jodas! ¿Qué hace con una niña? – Quédate aquí enana, ahora vuelvo. – la niña asiente y mira al infinito, con toda la calma del mundo.

Distensión de un loto imperecederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora