Vuelve a ser jueves de peli y pizza. Todavía no sé muy bien cómo, XiChen y yo acabamos por volver a nuestra anterior rutina natural. La única diferencia fundamental es que XiChen está más pegajoso que nunca. En cuanto está a menos de un metro, sus manos parecen orbitar en torno a mi cintura, y su nariz se hunde entre mi pelo. Por lo visto, ni la coleta, ni las trenzas le molestan. Y habla mucho más. Hemos hablado más en los últimos dos días que en las anteriores tres semanas. Y a pesar de todo, simplemente no hemos vuelto a tocar "ese" tema. Sinceramente, es mejor así. Yo no quiero hablar de ello y sé que él no quiere escuchar lo que tengo que decirle. Y tampoco lo entenderá. No después de la otra noche.
No mientras las marcas no desaparezcan. Y eso que XiChen parece empeñado en tatuarme su dentadura en la nuca. Hasta el cabrón de mi jefe se ha reído a mandíbula batiente de ello. El muy cabrón no duda en mirarme el culo en cuanto me doy la vuelta, pero me anima a hacer de XiChen mi pareja fija y que deje de follarme a cualquier cosa que se menee y se ponga por delante. Que no desperdicie una pareja compatible y que sea capaz de aguantarme diariamente. Mierda, seguro que ha vuelto a romper con alguien hace poco. Siempre se pone así de ñoño e inaguantable tras una ruptura.
Me hecha una larga charla sobre lo importante que es tener una pareja fija de vez en cuando que te quiera, te comprenda y todas esas mierdas de novela rosa que nunca se cumplen. No pienso gastar mi vida en una expectativa irreal, gracias. Y no, no importa lo dulce y empalagoso que sea XiChen. No importa que me mire como si fuese algo precioso. No me importan las palabras que susurra en mi oído cuando piensa que estoy dormido, ni las caricias a todas horas. No. Simplemente es algo que no va a pasar. No puede pasar.
Lo único bueno de XiChen es que cumple sus promesas. Si promete que va a volver pronto, lo hace. Si promete que me llevará algún sitio, me lleva y le encargo algo, lo trae sin falta. Si promete que me va a mimarme mientras me deje, me llena de besos de arriba abajo, pero es algo con lo que puedo vivir. Tampoco es difícil ignorar todo lo que provoca. Es más fácil empujarlo todo hacia afuera que procesarlo.
Mi jefe me chilla. Que deje de usar al pobre hombre como mi esclavo y que tenga algo de consideración por los sentimientos que me está demostrando. Que no sea tan duro de mollera y al menos le dé una oportunidad. ¿Una oportunidad para qué? ¿Para qué se dé cuenta de lo equivocado que esta? ¿para que vea que no merezco realmente la pena? ¿Qué todo lo que hace no es más que joderse a sí mismo? No hay que ser muy listo para saber que puede conseguir a una persona mil veces mejor. Joder, es Lan XiChen.
Vuelvo a casa a media tarde, XiChen todavía no ha llegado. Y la puta bombilla del salón tenía que fundirse ahora, que casi no hay luz, y que lo único que quería hacer era tirarme en el sofá. No podía fundirse durante el día no, tenía que esperar a media tarde, justo cuando la necesito. Y no tengo ni idea de donde tiene XiChen los repuestos, si es que los tiene. Ya le preguntaré cuando vuelva. Por ahora es mejor coger una silla, subirme a ella y quitarla. Se supone que la potencia está indicada en la bombilla, así que debería de poder encontrar un repuesto en una ferretería si llevo la original. Me lleva un rato quitar el plafón y tragarme el polvo y los mosquitos muertos acumulados. Está claro que la bombilla tenía años. Con suerte podré colocar una de bajo consumo en su lugar.
Estoy terminando de desenroscar la bombilla cuando oigo la puerta cerrarse. XiChen ha llegado. No tardo en oír su voz anunciando que está en casa. Oigo como algo cae al suelo. ¿Qué se le ha caído? No es tan torpe como para tirar el casco ¿o sí? Me giro para encontrármelo mirándome desde la puerta, completamente lívido. Nunca pensé que XiChen pudiera llegar a alcanzar ese nivel de palidez. Sus ojos están completamente abiertos, y su mandíbula casi desencajada y está hiperventilando ¿Qué mierda? Bajo de la silla de inmediato y me acerco hasta él para ver qué demonios le pasa.
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Distensión de un loto imperecedero
FanficSegunda parte de "Apostar para perder" Lan XiChen no entiende que demonios le pasa a su cuñadito (diga lo que diga él, ya es oficial). Primero le reta a un carrera, arriesga su integridad para ganarle, y cuando lo consigue sale huyendo. Jiang Chen...