•53 "Sólo estábamos soñando."

797 98 158
                                    

Capítulo 53: Sólo estábamos soñando. Parte I

.

.

.

Betty:





— Betty, yo...— alzo las cejas ante su extraño completamiento.

Una fuerte carcajada desde una de las esquinas desvía mi atención de Jughead.

Mi hermano se encuentra sobre una de las mesas bailando y aparentemente esta borracho.

— ¿Ese es tu hermano?— Kevin se coloca a mi lado alzando una de sus cejas.

Chic pierde el equilibrio y cae dándose un buen senton. Todos ríen nuevamente.

Suelto un suspiro. — Sí... el alma de la fiesta aparentemente.  — camino hasta él.

— Oh, ahí está mi pequeña hermanita
— se abalanza contra mi envolviendome en sus brazos. — Ahora que te irás tan lejos que voy a hacer sin ti... — murmura.

— Chic... vamos, has bebido mucho. Te llevaré a casa. — aliento colocando uno de sus brazos por mis hombros.

— Aún no quiero irme... la fiesta apenas comienza. — alude con una sonrisa.

— Sí,  ella sí pero tú no...

Jughead me ayuda colocando el otro brazo de Chic por sus hombros para salir a la calle.

— Oh, es mi nuevo cuñado. — sonríe Chic — Confieso que tu me caes mejor que el tarado de Brett...— murmura pero lo escucho perfectamente.

— Lo sé.  — asiente Jughead con una sonrisa.

Lo recrimino con la mirada.

Cuando estamos lo suficiente alejados de las miradas, Jughead nos transporta hasta la habitación de mi hermano donde lo echamos a la cama.

— Muchas gracias por ayudarme. — sonrío a Jughead mientras le quito los zapatos a Chic.

— No es problema. — niega.

Cuando termino de acomodarle y cubrirle con la sábana, me coloco nuevamente de pie.

— ¿Volvemos a la fiesta?— Jughead extiende su mano hacia mi.

Niego. — No creas que he olvidado que ibas a decirme algo. — señalo.

— Era algo sin importancia. — niega.

— No lo parecía. — alzo una de mis cejas.

— Bueno... — se remueve incomodo.  — Sólo, no creo que sea tiempo aún. — le quita importancia.

— Jughead...— le tomo de la mano.  — Puedes confiar en mi. No me gustaría que hubiesen secretos entre ambos. — confieso.

Desvía la mirada.

— Aunque... — suspiro. — Tampoco quiero que sientas que te presiono. Sólo... quiero que lo entiendas. — sonrío. 

Asiente y estrecho su mano. —¿Volvemos a la fiesta?

Niega. — No... sabes, quiero que vengas conmigo.

Antes de que pueda protestar en un parpadeo nos encontramos en mitad de la calle.

Giro mi vista a todos lados dándome cuenta que nos encontramos en el centro del pueblo justo en la entrada del cine.

—¿Qué? ¿Veremos una película?— alzó una de mis cejas.

Moonlight 🌙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora