CAPÍTULO 69 (Parte 2)

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Mi mente no me dejaba la opción de dormir tranquilamente

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Mi mente no me dejaba la opción de dormir tranquilamente. De hecho no es la primera vez que me pasa esto. Desde la llegada de Victoria a mi casa; todo de ella ha causado en mí un cúmulo de emociones. Un par de noches desveladas en las que pensaba en ella preguntándome por qué no salía del dormitorio. ¿Acaso ella temía de que le hiciera algo? Cuando realmente el que debería mantenerse en alerta sería yo de sus inesperadas jugadas.

Volteo en dirección a mi cama, pero el reflejo de una luz por debajo de la puerta logra acaparar toda mi atención. Me acerco a mi puerta apoyando mi oreja sobre la madera. Intento analizar el movimiento de la luz y el sonido de unas pisadas por las escaleras. Lentamente tomo la perilla para pasar a ver de quien se trataba. Me percato que era Victoria quien deambulaba por la casa con la vela encendida. Dejo que ella baje primero. Se detiene en el primer nivel. Parece pensar en algo. Así que baja por la otra escalera que conducía al sótano. A pesar de la ausente luminosidad, tomo una de las velas que estaba en la mesita del pasillo. Enciendo la vela y bajo por las escaleras hasta poder encontrarla.

Es extraño verla a estas horas de la madrugada. No quería que ella notara mi presencia así que decido apagar la luz al llegar al gimnasio. Un lugar que ninguno de nosotros dos podría olvidar. Le enseñe a defenderse de los que tuvieran intenciones de lastimarla. Recuerdo haberla tomado entre mis brazos en una de las duchas. La hice parte de mi vida. Le demostré que la quería. Sus besos y caricias formaron parte de mis sueños. Quién podría imaginar que nuestros caminos volverían a unirse. Quise alejarme y olvidarla, pero era imposible dejarla en mi pasado. Las noches eternas en las que pensaba en ella. Promesas olvidadas que tuvimos. Deseaba lo mejor para ella y su hijo.

JÚRAME OLVIDARME| Pasiones secretas N°3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora