CAPÍTULO 13

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Victoria Sagel

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Victoria Sagel

Es una tortura.

A veces se transforma en un dolor de cabeza cada vez que finalizamos con éxito una operación. A pesar de la estabilidad, nosotros como doctores tendemos a sentirnos cansados debido a la concentración que mantenemos con el paciente. Personalmente por dentro mantenía una sonrisa, no me encuentro muy fatigado como veces anteriores. De solo recordarlo entre caricias y anhelos él estaba ahí.

Pero no, ahora debo sentar cabeza en la siguiente cirugía. Con el grupo de doctores revisamos los pronósticos de vida o muerte, las posibilidades de hacer el corte en el lugar adecuado o no. Cada movimiento debía ser revisado cuando hay cirugías con fechas. Realizar un trasplante solo es más difícil cuando lo piensas que lo es.

—Si realizamos la incisión en esa área—señala la pantalla el doctor a cargo—, habrá un riesgo del 86%.—mira al resto del grupo en el que estoy incluida, después de tener dos operaciones seguidas a mi mando me resultaría complicado tomar otro.

Observo detenidamente la pantalla cuando logro pensar en el corte, pero con una incisión más seguro.

—Y si lo hacemos en el mismo órgano del hígado con una incisión de Kocher...creo que hay un pronóstico de estabilidad del 86% ¿no creen?—me levanto para mostrar la tercera opción que tengo en mente.

—Tiene razón, señorita Sagel, es una buena opción. Son altas las probabilidades de que el paciente sobreviva. Pero el corte será más ancho si lo hacemos en ese lugar, y si hay un derrame...—me da la razón el director encargado, pero con una advertencia que pase por alto.

—Si el corte se realiza un poco inclinado a forma vertical, habrá menor flujo de sangre, pero tendremos que tratarlo con cautela. El organismo del paciente es delicado debido a su edad, no olvidemos eso.

Realizar un trasplante de un tumor hepático es delicado cuando se trata de la edad. No falta muchas horas para realizar la operación, tenemos un receso para almorzar. Mientras que los doctores de turno de las dos de la tarde se hacen presente para otras emergencias, nuestra reunión terminó al concluir con el tipo de incisión del paciente y los tejidos que conectan al hígado.

Llamo a Alexa, pero no contesta. Chasqueo la lengua al realizar el segundo llamado. Quiero platicar con ella, necesito que alguien me escuche por un momento. Si hice bien o no. Si fue muy apresurado o tal vez era el momento propicio. Aunque a todas estas preguntas, yo debería responderme acertando cada una de ellas.

Me encamino hacia mi consultorio para comer un poco de lo que había preparado en la madrugada. Una ensalada de frutas con galletas de avena. Eso parece más un desayuno que un almuerzo, era lo único que se me ocurrió al llegar a horza exacta al hospital. No debí ignorar mi primera alarma, en eso falle. Llegó al pequeño cuarto donde tuve la extraña sensación de una loción que lograba oler desde una distancia corta. No hay nadie aquí y tampoco algo que llamara mi atención.

JÚRAME OLVIDARME| Pasiones secretas N°3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora