CAPÍTULO 6 | P2.1

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Mi mayor de deseo ahora mismo es huir del doctor Jones

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Mi mayor de deseo ahora mismo es huir del doctor Jones. Quiero desaparecer, de hecho sería más cobarde de mi parte largarme de mi consultorio y no sería mala idea.

Él doctor no dice nada, se queda inmóvil.

—Doctor Jones, es mi culpa. Yo no debí, es hora de...—habla Rinaldi, lo interrumpe el mayor de nosotros.

—No se preocupen, están en hora de descanso, así que no tengo nada que decir. Solo venía para felicitar a la señorita Sagel por lo de hoy con los dos pacientes. Iba a pasar por usted también, pero lo veo aquí; entonces me ahorro la caminata para agradecerles a ambos.

—Es nuestro labor. De hecho yo me retiro, tengo que chequear al paciente del señor Rinaldi.—camino hacia la puerta intentando escabullirme en alguna parte del edificio.

—Antes me gustaría decirles que no hay problema alguno si ustedes mantienen alguna relación. Pero siempre y cuando mantengan su margen como doctores en este edificio.—asentí para luego despedirme y salir corriendo.

Paso por el ascensor para ir al segundo piso y realizar el chequeo correspondiente, aunque había olvidado llevar el porta-papeles. No es un impedimento para detenerme, sigo caminando para al menos revisar el estado de salud del señor.

—Victoria—alguien me llama en voz baja, era Adriano.—. Olvidaste esto...—me entrega el afiche al llegar al dormitorio.

—Gracias, lo olvide.—intento acercarme al paciente para revisar el ritmo cardíaco y los efectos secundarios de las medicinas que se le ofrecen en las mañanas. Todo está estable.

—Quería saber si hoy puedes venir a mi casa para tomar un café o té antes de que sea fin de semana.

—No lo creo, tengo que estar pendiente del último paciente.—respondo sin mirarlo. Anoto el informe.

—¿Por favor?

<<Hazlo, Victoria. Saca esa duda que te metió Vadim sobre el padre de Adriano. Piénsalo.>> Probablemente tenga razón mi subconsciente. Debo aceptar, solo estará hasta mañana en el hospital. Luego se quedara en casa tres días más para esperar su vuelo.

Hazlo jugar, dale vida a los consejos de Vadim. Manipula, aprende la estrategia que él usa.

—Esta bien, pero te hago recordar que hoy tengo un trabajo extra por la noche y el resto de los días.—sonrío ladinamente.

—Te recojo, ¿si deseas?

—Esta bien, me esperas por la carretera del bosque. Caminaré un poco, así que te pido paciencia.

—Estaré ahí, Victoria.—habla acercándose para depositar un beso en mi mejilla. Lo miro irse de la habitación.

Necesito manejar esto con cuidado, tal vez necesito que el beba algún vino fuerte. Necesito sacar información, así cueste besarlo o dejarme llevar por él. Necesito salvar mi futuro lejos de esos vídeos.

JÚRAME OLVIDARME| Pasiones secretas N°3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora