CAPÍTULO 10

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Vadim Sokolov

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Vadim Sokolov

<<—No quiero que te encariñes con ella o que estés detrás de ella. Tampoco quiero que Victoria esté en problemas, Vadim.—su mirada describe preocupación y lo entiendo, él no sabe a lo que me dedico, pero sospecha que mi trabajo no sea muy limpio que digamos como si de un abogado o médico se tratase.

—¿Entonces quieres decir que no la llame más?

—Si, podemos cancelar este tipo de negocios y que ella siga trabajando en la casa. Además hace un rato ella sonó muy confundida o nerviosa.

—Creo que asi las dejo a todas...

—Bueno, debe gustarles. Yo solo vine para decirte esto...quiero que termines este negocio y si quieres pasar un rato vienes a la mansión.

—Si, esta bien. Me recordó que esta es su última semana ¿no es asi?

—Si.

—Mira... yo no pedí dos privados, un amigo mio lo hizo, pero te pague. Así que no creo que haya problema si te pido solo los dos últimos días.

—Esta bien, no te preocupes.

—Puede ser aquí...

—Mucho insistes, Vadim.

—Te pagaré el doble, ¿qué dices?

—Bien, si es así...vale la pena arriesgarse.—habla finalmente acordando en una reservación para esos días.>>

No puedo dejar de pensar en dos estupideces mías, la misión en Paris y en el pago que hice. En el primer caso, fue un descuido mío hacerlo por la tarde, ya que usualmente hago mis trabajos de noche. Tal vez fue la desesperación, pero al menos no dejamos nada que implicara nuestras identidades. Ni tampoco a los Glaskov, ya que me comentaron que los últimos meses, ellos no insistieron en el pago que debían los Nielsen. Por otro lado, en el segundo, tal vez no debí meterme en asuntos de Victoria. No quiero que suene como una oferta indecente. Nunca sería esa mi intención.

Me recuesto en el sofá descansando por unos minutos. Intento al menos dormir, no lo hice ayer por estar pensando en lo ocurrido en París. Cuanto deseaba para que Victoria no me viera de esa manera. Si bien no he dejado de maldecir ayer por la presencia de la prensa y que esa mujer haya armado un escándalo de primera. No me sorprende y es lo más riesgoso que he hecho como dejarla con vida. Ese es el riesgo cuando dejó con vida a una persona, escándalo en primera plana de cualquier periódico y peor al tratarse de gente importante.

Después de hablar con Victoria, al menos me calma que sea sincera conmigo con respecto a lo sucedido. Pero no puedo estar en paz al tratarla como una "cosa" cuando no lo es. Estoy haciendo mal en que ella me de la oportunidad de conocerla, no puedo permitirme tal lujo sabiendo al peligro que pueda correr ella y menos en estos momentos cuando soy perseguido por el hijo de Dante Canepa, Paulo Canepa.

JÚRAME OLVIDARME| Pasiones secretas N°3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora