Vadim Sokolov
Después de escuchar a la mujer que realiza el aseo, comentado que Annika había llegado con la única disposición de quedarse hasta verme a mi. Sin ninguna molestia que pueda verse notar de mi rostro, volteo el rostro observando a la rubia a la que ignoré por un largo tiempo recobrando vida los recuerdos de su cobardía. En ausencia de Victoria, trato de que Annika se retire, pero se rehúsa.
—No me iré hasta escuchar una respuesta tuya. Necesito un trabajo, lo que gano en la embajada no es mucho y mis deudas ascendieron. Por favor. Es la única razón...
—¿Y por qué a mi?—indago de inmediato.
—Porque yo debería estar muerta.—su expresión la coloca en una posición muy preocupante. Esta desesperada.
—¿No entiendo? —suelto llegando a la distancia del sofá.
—Cuando te deje... —hace una pausa—, los hombres de Antonen Bulkhaji me persiguieron, uno de ellos disparo dejándome inconsciente. Caí al río, creyeron que estaba muerta. Una mujer me encontró, después de eso recuerdo que estuve en el hospital por mucho tiempo. No encontraron mis datos, era una desconocida. Tuve que hablar con un personal para que el expediente fuera solo el hallazgo de un cadáver. Que mi nombre estuviera ahí. Hasta el día de hoy debo pagar el monto que pedí. Cada mes tengo dar un pago.
—¿Cómo conseguiste trabajo en la embajada? Ellos no son estúpidos, Annika.
—No por ese nombre, sino por el de Amalia Rostove. No fue difícil conseguir un documento falso, tengo mis contactos a quienes también les debo otra cantidad de dinero.
—Estas de mala suerte, Annika. En estos momentos no trabajo para los Glaskov, estoy tomando un tiempo.
—Lo sé, lo he notado—mira de lado haciendo referencia a Victoria.—. Dile que estoy a disposición si tienen algún pendiente. Diles de mi.
—Ellos saben lo que hiciste.—respondo molesto.
—¡¿Qué?! Cómo te atreviste a contarlo, Vadim. ¿Por qué? Yo fui tu novata... tu confidente, tu amiga y la mujer a la que foll...—llego a ella tan pronto para hacerla callar. Le recrimino en ruso.
—Cállate. Ten respeto, al menos—escupo con desprecio.—. Yo no dije nada, uno de mis hombres tuvo que ser honesto con ellos, no te diré quien, sé que serías capaz de hacerle daño. Consigue un trabajo aparte, no conmigo.
—Vadim, por favor... —su vista pasa por encima de mi hombro cuando ambos volteamos para ver a Victoria pasar. Sus ojos no vistan sorpresa o enfado, solo tristeza.
—¿Qué paso?—me acerco a ella pasando mi mano por sus mejillas. Están frías.
—Mi hermano vendrá la próxima semana, no le dije nada, pero sé lo que le diré y eso me costará.—habla levantando la mirada. Esta tensa y ahora lo complicado esta en tener la presencia de Annika.
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JÚRAME OLVIDARME| Pasiones secretas N°3
RomanceSu verdadero nombre es Victoria Sagel, fue cortejada una noche y traicionada por el hombre que creyó amar. Su única debilidad era el eco del nombre de Vadim Sokolov. Un hombre que le ofreció su amor, cegado por la belleza de Victoria haría todo lo q...