Su verdadero nombre es Victoria Sagel, fue cortejada una noche y traicionada por el hombre que creyó amar. Su única debilidad era el eco del nombre de Vadim Sokolov. Un hombre que le ofreció su amor, cegado por la belleza de Victoria haría todo lo q...
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⚜EL TORMENTO, LA VERDAD ⚜
DIAS DESPUES
La vista se me nublaba con facilidad, acababa de despertar. A pesar de que me sentía cansada, intente acomodarme ligeramente y lo primero que pensé fue en mi pequeño niño.
—¿Hijo? —no habia respuesta. Me arrimo un poco a la orilla de la camilla para poder levantarme. Sentía la pesadez de mi cuerpo tambalearse, no tengo el control de mis piernas. Fue mala idea salir de la camilla sin saber cuanto he pasado aqui postrada, en que carajos estaba pensando. Me sujeto de la silla pero al dar el segundo paso mi cuerpo se desploma en el suelo.
<< Maldita sea>> no pude evitar emitir un ligero quejido de dolor. La puerta se abre de inmediato y alguien se acerca hacia mi para ayudarme a levantar. Una mano se cruza con mi brazo. Me negué, de nuevo. Reconozco ese aroma, la postura, me negaba a reconocerlo. Solo pido a gritos salir de este lugar, solo quiero ver a mi hijo.
—Basta...por favor, aléjate. —pido sin mirarlo.
—Victoria, no debías levantarte.
—Necesito ver a mi hijo. Por favor vete.
—Déjame ayudarte, por favor. —me habla cuando mantenía la cabeza agachada.
—Puedo sola, solo lárgate. —mi voz bajaba su tonalidad, eran las emociones. Me estaba conteniendo, quería que fuera un sueño y no una realidad. Me duele, duele verlo.
No quiero que me vea llorar, no quiero que vea mis ojos llenarse de lagrimas. Lo que haría si no estuviera en este estado sería lo oportuno. Intento levantarme sujetándome de vuelta de la silla, intento arrodillarme pero nuevamente fue una mala decisión no tomar aun equilibrio.
—Joder.— tomo fuerza.
—Te estas lastimando, por favor entiende. —me toma delicadamente del brazo se sujeta de mi cintura y me lleva en dirección a la camilla.—. Victoria...
—Vete, tu eres la única persona que me ha lastimado.
—Victoria.— deja un suspiro.
Mantengo la cabeza cabizbaja, no quiero que me vea, estoy a nada de estallar en frente de él. Lleva su mano hacia mi brazo, lo sube lentamente hasta llegar a mi mejilla. Con su pulgar logra levantar mi mentón y mi mirada se centra solo en él. Odio que haga esto, lo odio completamente. Tengo la garganta consumiendo mi miedo y mi enojo a la vez.
—Aléjate de nosotros. —pido una vez mas, mis ojos brillosos me delatan. No pude contenerme, las lagrimas me vencieron. El dolor de verlo asi de acerca, de que este vivo. Yo sufrí por su muerte. Estaba aterrada de todo, me culpe por años. Él no lo sabe, no sabe cuantas veces intente desviar mi vida, cuantas desee que la muerte estuviera de mi lado que la suya en esa noche.
