L A C O P A D E J U D A S
Hace seis días atrás
Llevaba un vestido de seda de color celeste. No es para nada ajustado, pero si es corto y tenía tirantes. Un estilo súper sencillo, dando un toque de sensualidad y frescura. El escote no era el más pronunciado y hacía que los senos se resaltarán. Incluso la mirada perdida de Aryan lo delata por completo cuando logro salir del dormitorio. Una media sonrisa lo acompaña.
—El único hombre al que envidio en estos momentos es a ese tipo. Luces radiante.—se acerca para tomar mi mano. Besa los nudillos de mi mano acto que solo una persona que conozco había realizado en varias ocasiones: Vadim. Sutiles recuerdos que vienen en mi cabeza e intento dejarlos a un lado.
—Pero contigo estoy cerca. Contigo soy sincera.—se acerca a mí con la intención de besarme. Disfruto sus labios a la suavidad del roce de las palmas de sus manos que recorrían mi desnuda espalda . Me apoyo en él logrando rozar en su entrepierna. Sonrío de lado un poco ruborizada. Me distancio tratando de no tenerlo nervioso.
—¿Será mejor que me vaya?—pregunto con la respiración entrecortada.
—Una pésima decisión, pero es la más próspera por el momento. —responde con un aire desalentador.
—Veré a Eithan antes. —agacho la cabeza para pasar hacia las escaleras. Sin embargo, me detiene en seco al tomar mi muñeca con delicadeza.
—Llámame cualquier urgencia. Te estaré vigilando, mientras laboro en el auto.
—¿Trabajaras y me vigilarás?—arqueo una ceja—. Interesante. —murmuro al termino de haber tenido en claro sus intenciones.
—Hablo en serio, Victoria.—alza la voz a lo que yo había alcanzado llegar al cuarto de mi pequeño hijo.
Veo a Alejandra jugar con las piezas de Lego. Se levanta ella a lo que me acerco para abrazar a mi pequeño que me esperaba con los brazos abiertos.
—¿Qué hace, mi ángel? —observo con detenimiento su casita.— ¿Una casa?
—Nuestra... ca...sa, mami.—me señala la pequeña arquitectura de legos que apenas se sostenían.
—Esta bonito. Este podría ser nuestra futura mascota, ¿sabes?—le entrego un pequeño lego de un perro dálmata.
—Mascota... perro. —señala y lo toma entre sus dedos.
—Así es. Sabes esta noche vendré temprano para verte y contarte un cuento. ¿Qué dices?
—Sí... Ale cuenta cuentos, mami.
—Alejandra te ayudara toda esta tarde a construir la casa y además hoy podrás pintar con las nuevas crayones que te compre. ¿Te gustaron?
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JÚRAME OLVIDARME| Pasiones secretas N°3
RomanceSu verdadero nombre es Victoria Sagel, fue cortejada una noche y traicionada por el hombre que creyó amar. Su única debilidad era el eco del nombre de Vadim Sokolov. Un hombre que le ofreció su amor, cegado por la belleza de Victoria haría todo lo q...