~ ALBA ~ 23

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Martes en la noche.

La abogada se mete a su habitación luego de decir que ella sola arreglará sus problemas y al decir problemas habla del que acabo de provocar.

Su padre me encontró en el ascensor, ambos entramos al edificio con segundos de diferencia y no pude verlo, hasta que ya estábamos subiendo.

Él, sin embargo, me reconoció al verme entrar y espero a que yo pulsara el botón del piso al que iba para confirmar que se trataba de mí, de inmediato me enfrentó, me insultó e insinuó que la abogada y yo planeamos que el señor Miranda se fijara en mí para que la abogada nos encontrara y nos tomarán foto.

- ¿Qué hago para arreglar este problema? - suspiro.

Me siento de nuevo en el sofá y cierro los ojos esperando obtener algún tipo de idea, pero ni siquiera puedo arreglar todos los problemas que he tenido por años, ¿cómo se me puede ocurrir que yo podría arreglar algo?

- Ah... - me acuesto en el sofá cansa - Estoy tan cansada.

Ayer no pude dormir al no saber nada de la abogada, ella no volvió, debió quedarse en casa de sus padres debido al funeral, pero hoy Ivy vino y preguntó por ella, dándome a entender que no habían sabido de ella por unas horas y que estaban intentando localizarla, ¿se habrá quedado con alguien? ¿Tal vez en un hotel? Puede ser posible.

****************

Miércoles

Una fuerte sensación de que estoy siendo observada me hace abrir los ojos contrayendo mis pupilas al ser cegados con la luz del día.

- ¿Qué haces dormida en el sofá?

La abogada está inclinada para verme de cerca mientras le recuerdo a mi cuerpo que tiene que tener funciones básicas para sobrevivir como el respirar.

- ¿Qué haces aquí? - pregunta seria - ¿Siquiera fuiste a tu habitación después de hablar?

Intento reincorporarme para poder terminar de despertar, pero la abogada está tan cerca que siento que si me muevo un centímetro, mi cara se estrellará con la suya.

- Me quedé dormida sin darme cuenta... - murmuro con la cara abajo - Lo siento, le haré su desayuno enseguida.

- Ivy viene hoy temprano, así que deja que ella se encargue de eso - comienza a alejarse - ¿Hoy trabajas? Ve a alistarte, saldré temprano así que puedo dejarte de paso.

- Pero...

- Pero, ¿qué?

- Yo aún tengo que bañarme...

- Pues ve a hacerlo.

Ella se va hacia la cocina para comenzar a poner la cafetera en marcha. Se escucha bastante normal a pesar de lo que pasó ayer, pero sigue estando seria.

Luego de quitarle los ojos de encima me voy a bañar pensando en qué momento me quedé dormida en el sofá, solo recuerdo haberme acostado para meditar todo lo que estaba pasando, pero al parecer el cansancio era mucho más fuerte.

- ¿Estás lista? - la abogada pregunta al verme salir de la habitación.

Hace unos minutos escuché la puerta de la entrada abrirse y cerrarse, pensé que se había cansado de esperar y se había ido, pero ella sigue aquí.

- Sí, estoy lista...

- Bien, vámonos.

- La comida que pidió para la señorita Alba está servida - Ivy dice desde la cocina.

Volteo hacia ella y veo que tiene en las manos un par de recipientes cerrados esperando a que los tome, ¿cuándo llegó?

- Gracias - la abogada se acerca a tomar los recipientes - Por favor, no olvides ir al lugar que te dije.

La amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora