~ ALBA ~ 13

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Miro la pijama que la aboga Taylor me dio. Es suave y huele muy bien, de hecho, creo que huele a ella porque su olor es muy reconfortante como esta tela, su textura es suave, pero su resistencia es fuerte.

Salgo de baño asegurándome que el camino hacia la habitación donde dormiré hoy, esté despejado, no puedo mirar a la abogada Taylor en estos momentos, no después de haberla visto en toalla con las gotas de agua escurriendo por su piel.

Esa imagen fue tan impactante que me fue imposible fingir que no me afecto.

Camino en silencio por el departamento hasta llegar a la habitación. Al llegar noto algo que no estaba antes, sobre la cama hay más sábanas, ¿la abogada las puso aquí?

- Para que no pase frío - pienso en voz alta.

Ella sonó molesta cuando se dio cuenta de que me bañe con agua fría, aunque no entiendo por qué algo así le molestaría, pero ahora que lo recuerdo ella lo dijo claro, "no quiero lidiar con una mujer enferma".

- Claro... - no le serviría de nada estando enferma.

¿Pero de qué le sirvió estando bien? Solo he hecho un par de cosas por ella y ni una con gran importancia.

- ¿Podré servirle en algo? - me preguntó pensándolo.

Tal vez ella sabe que no soy capaz de hacer algo bien y por eso no me pide nada y solo se asegura de que no me acerque a su aún esposo.

¿En serio lo sigue queriendo? No lo entiendo, cuando está con él parece que en verdad no lo tolera, incluso le molesta que pronuncie su nombre, pero se pone mucho más molesta cuando me pide no acercarme a él, debe significar que lo ama a pasar de todo.

- Que mal...

En algún momento de la noche logro quedarme dormida creándome vagas escenas mentales. No sé exactamente cuando tiempo duermo, pero el sonido de mi celular me hace despertar de golpe.

- ¿Hola? - contesto entre dormida.

- ¿Por qué no me has contestado desde ayer? Estuve esperándote mucho tiempo afuera de tu departamento y no llegaste nunca.

La voz ronca de señor Miranda me hace despertar por completo.

¡Oh no, él de nuevo!

- Señor...

- ¿Por qué me sigues ignorando? Te pedí hablar y me ignoraste por completo.

- Señor, lo siento, pero no puedo hablar con usted.

- ¡Tienes que hablar conmigo! - gruñe lastimando mi oído.

- Señor, entienda que...

- Alba - la abogada Taylor toca la puerta - ¿Estás despierta?

Oh, dios mío, ¿por qué justo ahora? Si se entera de que le contesté a su esposo se enfadará como ayer, pero si lo descubre y no se lo digo será peor.

- ¿Estás ignorándome? - el señor Miranda pregunta - ¿Con quién estás?

Carajo, ¿él logró escuchar a la abogada?

Me levanto de golpe y silencio la llamada abriendo la puerta. Detrás de ella se encuentra la abogada Taylor vestida para irse a trabajar, luciendo radiante, elegante y hermosa.

- Tenemos que irnos, así que...

- Abogada - le señalo el celular - Mi celular sonó y conteste sin darme cuenta de quién era.

Le muestro que la llamada sigue corriendo y que es su esposo.

- Es el señor Miranda - susurro apenada - Yo...

La amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora