~ ALBA ~ 7

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Sábado.

La canción Love hurts de Nazareth, me hace despertar de un sueño profundo. Mi vecino de alado tiene como costumbre subirle el volumen a su música como si quisiera que toda la calle despertará.

Me obligo a salir de la cama para ir a hacer mis necesidades al baño, estoy tan cansada y adolorida que hasta eso me cuesta hacer.

Me lavo la cara con el agua fría que sale de la llave.

Mirando mi rostro me doy cuenta de que las sobras negras debajo de mis ojos cada vez son más grandes, ¿debería comprarme algún producto para deshacerme de ellas?

Al descartar la idea comienzo mi rutina diaria de maquillaje, pongo un poco de corrector sobre las marcas que tengo en el cuello.

- Esto debería servir por hoy - murmuro.

Regreso a mi habitación y termino de arreglarme para poder comer antes de ir a trabajar.

Cuando logro llegar al trabajo, todos en la oficina vuelven a mirarme y susurrar cosas mientras paso.

Ya todos sospechan de mi relación con el abogado Miranda. Tengo que encontrar un trabajo en otro lugar rápido, pero hay dos grandes problemas, hice contrato de seis meses y el señor Miranda no pretende dejar de usarme por un tiempo más.

- ¿De nuevo caíste de la cama? - Liliana me pregunta al verme sentar en mi escritorio.

- ¿Por qué?

- Caminas raro y tienes una marca muy rara en el cuello...

- Debe ser dermatitis, me sale por estrés - me encojo de hombros.

Liliana no dice nada, pero es muy obvio que no me creyó.

- Alba, tráeme café - el abogado Wilson ordena al llegar.

- Sí, abogado.

Me levanto y comienzo con mi rutina diría para atender al abogado, pero el desplazarme por las oficinas es un verdadero reto, intento actuar normal, pero lo adolorida que estoy no me deja.

Es un día movido, los abogados entran y salen de las oficinas y muchos hablan irritados entre ellos, parece que cada uno tienen su propia mierda con la que lidiar.

- Alba, contesta mis llamadas tengo salir - el abogado Wilson sale con su maletín por la tarde - Si es algo importante avísame cuánto antes.

- Sí, abogado.

Él se va junto a otros abogados, supongo que tienen una reunión.

Cuando intento encontrar algo más que hacer para esperar mi hora de salida, mi celular suena anunciando la llegada de unos mensajes.

** Quiero que te esperes hoy hasta que todos se hayan ido de la oficina **

** Asegúrate que no haya nadie en este piso **

Los mensajes son del señor Miranda y creo saber por qué quiere que me quedé.

- Alba... ¿Puedo hacerte una pregunta? - Liliana se acerca a mí con lentitud.

- Dime.

Escondo mi celular para que no sea capaz de ver si me llegan más mensajes.

- Disculpa si soy indiscreta, pero... ¿Está pasando algo entre tú y el abogado Miranda? - pregunta en voz baja.

Carajo.

Miró al rededor, ahora mismo las pocas personas que queda en este piso no nos estás prestando atención.

- ¿Algo como qué? - trato de hacerme tonta.

- Ya sabes... ¿Eres su amante?

- ¿Qué? No - niego de inmediato.

La amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora