~ ALBA ~ 39

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Penúltimo capítulo.

Despierto por el sonido insistente que me ha despertado los últimos días y que me avisa que debo apurarme a salir de la cama o abra un accidente.
 
- Voy - murmuro - Ya voy...
 
Salgo de la cama, adormilada, agarrando un suéter ligero que tengo a la mano para ponérmelo antes de salir.
 
- Buenos días - murmuro al tener al pequeño Odie en mis pies.
 
El sigue ladrando hacia mí para que no pierda el tiempo. Me lo imagino diciendo "¡Vamos, no aguanto más!"
 
- Vamos - camino - No hagas tanto ruido, Daney está durmiendo.
 
Abro la puerta trasera y Odie sale corriendo para recorrer el pequeño jardín unas dos veces antes de decidir en qué punto defecar.
 
Espero en la puerta bostezando mientras él hace lo suyo. Cuando vuelve sé que debo salir a levantar y limpiar lo que hizo.
 
- Bien - regreso adentro - Ahora...
 
Sulli aparece maullando también con insistencia, pero no por ganas de hacer sus necesidades, el exige comida.
 
- Ya te sirvo, espera.
 
El no entiende para nada y sigue maullando hasta que ve la comida en su plato. Él ya estaba comiendo incluso antes de que terminara de servir.
 
- Eres tan exigente - susurro.
 
Pero al menos ya tiene más contacto con nosotras y ya sale de su escondite solo.
 
Al terminar de servirle también a Odie me pongo a hacer el desayuno, sin saber si Daney tendrá tiempo para comer lo que preparo.
 
Cuando el desayuno está casi listo escucho pasos en las escaleras y pequeñas patas correr hacia ellas. Eso significa que Daney está bajando y Odie exigirá su atención.
 
- Hola, pequeño - la escucho - ¿Volviste a despertar a Alba?
 
Termina de bajar las escaleras cargando a Odie incluso cuando ya tiene su traje puesto.
 
- Buenos días - murmura hacia mi - ¿Cómo amaneciste hoy?
 
- Bien...
 
Deja al perro en el suelo y se acerca a darme un beso.
 
- ¿Estás cansada? - pregunta - Te levantaste dos veces en la madrugada a ver a estos dos pequeños.
 
Lo hice, estuvieron tirando cosas al jugar cuando dormíamos y tuve que bajar a ver que hacían. Terminé sacando ambas veces a Odie al baño, creo que hay algo mal con su alimentación.
 
- Llevaré a Odie al veterinario, creo que su alimento no le cae bien - murmuro.
 
- ¿En serio?
 
- Sí.
 
Daney mira hacia Odie y después mira hacia lo que terminé de hacer de desayunar, se ve que tiene hambre.
 
- ¿Tienes tiempo? Te serviré - le digo.
 
- Sí, por favor.
 
Le sirvo y después me sirvo a mi para sentarme a desayunar con ella.
 
- Es hoy la noche en la que iras con tus compañeros a tomar unos tragos - Daney recuerda - ¿Quieres que vaya por ti cuando su fiesta acabe?
 
- Eh... no lo sé, será algo tarde - dudo.
 
- Bueno, yo saldré a cenar con unos amigos, los que estuvieron aquí en la reunión.
 
¿Cuál de todos? Aquí había mucha más gente de la que pensé y de la que Mia dijo que invitó.
 
- Puedes avisarme si quieres que te recoja donde sea que vayan - prosigue - Sí no, me gustaría sólo saber cuando estés de regreso para estar atenta.
 
- Está bien, yo te avisaré - murmuro.
 
- Bien - sonríe.
 
Daney termina de desayunar y sale corriendo a su trabajo, yo sigo con mi rutina de la mañana.
 
- Señora Miller, voy a ir al veterinario - le aviso - Sólo llevare a Odie, dejo a Sulli.
 
- Sí, señorita - responde desde la cocina - Le pondré atención.
 
- Gracias - digo tímida.
 
Aun no me acostumbro a ella, creo que sigo prefiriendo a Ivy.
 
- Bueno, el taxi ya llegó, me voy.
 
Tomo a Odie y una bolsa con cosas de él para tenerlo limpio y seguro.
 
- A esta dirección, por favor - le doy una nota al taxista con la dirección.
 
- Bien, enseguida.
 
El taxista habla todo el camino, haciendo preguntas y dando por hecho de que soy alguien con dinero, supongo que por verme salir de casa de Daney. Él no tiene ni idea de que apenas y puedo pagar mi almuerzo.
 
- Vamos a cambiarle el alimento - la médico de Odie dice al revisarlo - El ya ganó peso en el poco tiempo que está con ustedes y eso hace que su estómago esté sensible por su repentino cambio de dieta.
 
- Ok...
 
- ¿Al gato no le ha pasado igual? - pregunta - ¿Defeca de la misma manera?
 
- No, pero no hemos podido hacer que deje de orinar debajo de los muebles. Daney ya se deshizo de una alfombra y ahora quiere tirar la mesa de centro.
 
- ¿En serio? - sonríe - Por lo regular escucho a la gente quejarse por lavar y lavar las cosas que los gatos marcan, pero rara vez dan por perdido el objeto y no lo tiran.
 
- Bueno, ella quiere tirar todo al momento de ser orinado.
 
- Vaya... - sigue revisando a Odie - Los gatos, principalmente los machos suelen marcar mucho el territorio, orinan todo lo que consideren necesario para sentir que es de su propiedad.
 
- ¿En serio? No sabía.
 
- Así es, es una de las razones por las cuales la gente suele evitarlos y preferir perros, aunque eso también pasa mucho con perros.
 
- Oh...
 
- Una de las opciones más fáciles es esterilizar al gato, de hecho le íbamos hacer ese procedimiento cuando lo trajeron, pero su situación era muy delicada, así que decidimos que pasara un tiempo.
 
- Recuerdo que le dijo algo así a Daney.
 
- Sí, se lo dije y creo que ya es tiempo de hacerlo, pueden traerlo.
 
- Bien, ¿Y Odie? - pregunto.
 
- Considero que él es aún muy pequeño.
 
- El gato también lo es.
 
- El gato tiene más de 5 meses, pero debido a su desnutrición se veía muy pequeño, y Odie apenas debe tener 3 meses y medio.
 
Lo miro fijamente, es tan pequeño, pero no había pensado en su edad.
 
- Ok, entonces le avisaremos a Daney sobre Sulli y le hablaremos para programar la cirugía - le digo.
 
- Perfecto.

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