~ DANEY ~ 29

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Alba está sobre mi cuerpo mientras responde mi beso con fuerza.

Wow, creo que es nuestro primer beso lleno de deseo sexual, antes los besos habían sido mucho más inocentes, llenos de sentimientos, sentimiento que queríamos mostrarle a la otra, pero este es solo de deseo.

Es increíblemente caliente.

- Daney... - jadea con fuerza.

Mis manos se aferran a su cintura, la estoy sujetando como si fuera un pedazo de arcilla a la que quiero moldear.

- Daney...

Deslizó mi lengua una vez más en su boca, está vez para atrapar la suya y empezar a dejar que ellas mismas se den el placer que otros lugares de nuestro cuerpo piden a gritos.

- Ah...

Despegó mi boca de la suya para respirar, pero no quito mis labios de su piel. Rápidamente, busco su cuello y comienzo a besarla siendo cuidadosa de no dejar marca, pero intentando hacer un buen trabajo como el punto débil que acabo de descubrir en ella.

- Abogada - Alba se separa de golpe - Lo siento... Necesito respirar.

Sus manos están en mis hombros, está fue la manera en la que agarro impulso para alejarme de su cuello.

- ¿Estás bien? - pregunto recuperando el aliento.

Alba asiente mientras aleja también sus manos y comienza a cubrir su boca con ellas.

- Lo siento... - jadea sin respiración.

¿Qué siente? ¿Haber pedido el aliento? ¿Haber olvidado respirar? ¿O haberse alejado de esa manera en el momento más intenso que hemos tenido?

- Necesito tomar agua - dice de repente mientras se baja de mí.

Antes de que diga algo o intente detenerla, ella agarra el vaso en el que le traje jugo y sale huyendo a la cocina.

- Quiere... ¿Quiere que le lleve agua? - pregunta.

- No - respondo temblando.

¿Eh? ¿Qué hice mal? ¿Hice un movimiento muy brusco? ¿La lastimé al tomarla con fuerza o es que simplemente fue demasiado para ella?

Volteo hacia la cocina, Alba está sirviéndose agua del grifo mientras inhala y sostienen su cuerpo, recargada en el lavabo.

Me levanto de inmediato al verla así y me acerco a ella sin la intención de hacer algo que no quiera.

- ¿Te encuentras bien? - pregunto.

Alba alza la mirada de golpe, creo que no me escucho acercarme, así que le di un buen susto.

- Eh... Sí, estoy bien - contesta.

De manera casi inmediata ella protege sus labios con la mano discretamente, como si solo posará o se acariciara la nariz, pero eso en lenguaje corporal me indica otra cosa.

- ¿Si sabes que no sucederá nada entre nosotras que no quieras? - bajo el tono de mi voz lo más que puedo para no asustarla más - Me disculpo si hice algo que te hiciera sentir atacada.

Mierda, los recuerdos de aquella noche que llegó echa un desastre luego de haber ido a pagar su deuda con ese traficante, inundan todo mi ser. Recordarlo me da malos sentimientos, es una mezcla completa entre odio, repudio, asco.

- No hizo nada que me hiciera sentir así - contesta con la mirada en mis pies - Solo necesitaba aire...

No solo necesitaba eso, necesitaba alejarse de mí, ¡carajo! ¿Cómo pude olvidar que ella viene de unas malas experiencias y justo las últimas fueron las peores? No puedo avanzar de esa manera sin pensar que ella no puede hacerlo, que no está lista.

La amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora