1. Cuando las cosas no van tan bien.

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Darren

Llegar al aeropuerto de los Ángeles era siempre un caos.

La cantidad de gente que regresaba de viaje y la que esperaba por abordar el avión, no se podía contar ni pidiendoles a todos que se quedarán quietos.

Así que sí, odiaba los aeropuertos, los aviones y salir de viaje.

Si pudiera enumerar las causas por las cuales odiaba los aeropuertos y los aviones, sin duda alguna iniciaría con: Cambió climático.

El avión tan frío como siempre y yo llegando a el horripilante calor de los Ángeles.

Podría jurar que justo ahora siento las enfermedades llegando a mi delicado sistema inmunológico.

Siguiendo con las cosas por las que odiaba los aeropuertos me veía sin duda alguna en la necesidad de hablar de los hermoso carteles danzantes en el aire.

Mientras bajó las escaleras electronicas cuento el número de carteles que hay: 25.

La mayoría de esos carteles tienen las mismas y estúpidas frases. El nombre de la familia que los recibe, el nombre de la persona que llega e incluso encuentro un "Bienvenido Gran Idiota"

En mis adentro ruego porque ninguno de mis familiares o amigos haya tenido la maravillosa idea de recibirme con alguno de esos carteles, pero luego recuerdo que mi único y mejor amigo Mike es el designado en la tarea de venir por mí.

Paso a lado de una familia que recibe a una chica coreana eh intentan entablar una conversación con ella. La cara de la chica al escuchar el intento de coreano de la familia produce en mi una sonrisa burlona.

Camino directo a paquetería para recoger mi maleta. Cuando notó que una señora de la tercera edad se confunde de maleta y jala la mía creyendo que es suya.

Me acercó corriendo a ella y la detengo. La mujer me mira de mala gana.

-Disculpe, señora usted tiene mi maleta-le señaló la maleta roja que lleva en la mano.

-Acaso crees que no sé que esta es mi maleta jovencito- dijo la mujer molesta y con ambas manos en la que alguna vez fue una cintura.

-Es un error señora, esa maleta es mía tiene mi nombre mire-me acercó a la mujer y esta empieza a gritar como loca.

-AUXILIO, AUXILIO ESTE HOMBRE QUIERE ROBARME- hago una mueca de disgusto ante el escándalo de la mujer.

-Señora, por favor. ...

-¡AUXILIO! ¡AYUDA! ¡HELP!- estaba apuntó de teclear a la señora para que se callara y me devolviera la maleta pero el sonido del altavoz hizo que me detuviera.

-Esther Lombardo favor de pasar a paquetería por su maleta. Esther Lombardo favor de pasar a paquetería por su maleta-la mujer juntó a mi parpadeo varias veces.

Se agachó y miro la etiqueta de la maleta.

-¿Darren Skyes? -me miro y yo asentí.-Ohh que pena- me entregó la maleta-Perdona jovencito.

La mujer esquivó mi cuerpo y camino hacía su destino.

Me dieron unas ganas enormes de gritarle "SE LO DIJE" pero esa no era la actitud de un caballero.

Caminé fuera del aeropuerto dónde suponía yo, Mike me estaría esperando.

El calor de afuera era aún peor que el de adentro. La brisa calida golpeó mi rostro y sentí que me quedaba sin aire.

Mire a todas direcciones buscando a Mike pero no lo encontré. Lo que si encontré fueron más estúpidos carteles.

Me puse mis lentes oscuros ya que el sol le pegaba fuerte a mis ojos.

Nuestro AcuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora