21.Aliadas

352 31 1
                                    

Darren.

Habían pasado 2 horas desde que el doctor se fue y Margaret no había pisado mi habitación.

Según el doctor (que parecía sacado de Grey's Anatomy) tenía principios de influenza y si quería recuperarme necesitaba estar tres días en cama.

Me desespere al ver que Margaret no venía y no me quedo más remedio que levantarme de la cama para ir a buscarla.

Salí de mi habitación y la encontré en la cocina.

-¿Qué estas haciendo? -pregunté con la voz ronca debido al dolor de garganta. Ella pego un brinco.

-¿Qué demonios haces? -dijo molesta- Vuelve a la cama o llenaras de virus toda la casa.

-No habías ido a verme y me preocupe- me encogi de hombros.

-Te preparo sopa de pollo, si me das 5 minutos estaré contigo- asenti aunque sabía que ella no me veía.

Volví a mi habitación y me recoste de nuevo.

Sabía que estaba molesta porque le recordé "nuestro secreto". Cuando íbamos a la Universidad ella me pidió que no dijera nada y ella a cambio dejaría a mis amigos tranquilos

Más sin embargo, no sabía ¿por qué? Ella debería odiarme más y sin embargo no lo hizo simplemente se alejo y cuando quise hacer las paces con ella, me dejo hablando sólo y no volví a verla nunca más hasta ese día en Cly's.

Margaret entro con su charola con sopa humeante.

-Tienes que comerla caliente- me indicó tranquila.

-¿Tiene sal? -pregunté.

Ella me miro con una ceja levantada y me tendió la charola.

La coloque sobre mis piernas y tomé la cuchara.

-¿Del 1 al 10 que tan caliente esta?-pregunté.

-Si conoces el punto de ebullición del agua sabras que tan caliente esta- Dijo con una sonrisa.

Vale estaba más que molesta como para querer que mi cuerpo se quemara en vida.

Ella me miro por largos minutos y después se dio la media vuelta.

-¿Ha dónde vas? -pregunté.

-No quiero contagiarme.

-¡Margaret espera! Si estas molesta por lo del secreto entonces no diremos nada, pero no te molestes.

-¿Por qué tenías que mencionarlo? Sabes que me sentí demasiado mal cuando paso y tú me le recuerdas ahora.

-No era mi intención, es sólo que creo que deberían saberlo, por lo menos Carol- me encogi de hombros.

-Tu novia loca es tu novia loca y tu te encargas de hablar con ella, yo no quiero problemas.- dijo seria

-No creo que te diga algo, paso hace años- dije tranquilo.

-Entonces también vas a decirle que me besaste ¿No?- dijo de brazos cruzados.

La mire por un momento y negué.

Eso había sido un error mío. La fiebre había subido tanto que comencé a alucinar. Margaret fue a mi habitación porque escucho el ruido que hice cuando comencé a tirar cosas producto de las alucinaciones, yo creé un mundo de grandes fantasías y termine besandola.

El punto aquí no era que yo había besado a Margaret si no que ella se había aferrado a mi y había devuelto el beso.

-¿Así que quieres decirle a Carol el secreto pero no le dirás del beso? Interesante- sonrió.

Nuestro AcuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora