8.2 Primer día juntos

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Margaret

Carol nos miraba de arriba a bajó con desaprobación. No entendí porque hasta que dirigió su mirada al brazo de Darren.

Lo solté de inmediato.

-¿Quién te dijo dónde estábamos?- pregunto Darren.

-Mike- dijo superficial- ¿A dónde iban? -pregunto.

A UN LUGAR EN EL QUE NO ERES BIENVENIDA.

-Al supermercado- respondió Darren.

-Los acompañó- sonrió.

Ammmm ¡NOOOOOO!

-No es necesario- dije entre dientes. Ambos me miraron- Yo me quedare aquí-sonreí-Deben pasar tiempo juntos. Son novios no.

-Pero Margaret...- decía Darren.

-Tranquilo señor Skyes- lo mire fijamente a los ojos- Tengo unas cosas que hacer haya arriba- el parpadeo- Vayan.

Carol ni siquiera lo pensó y lo jalo hacía ella sacándole del edificio.

-Como si fuera a robarte a tu estúpido novio- rode los ojos.

=Flashback=

Carol y yo nos encontrábamos en mi casa, sentadas tranquilamente, mientras estudiábamos Historia.

-Te digo algo Margaret- dijo sonriente- Creo que me gusta Russell.

Russell era un chico de mi salón, que todas calificamos como el más guapo de la preparatoria.

Y eso que era nuestro primer año.

-Creo que a todas nos gusta Russell- sonreí.

-No, yo hablo de que realmente me gusta. Como novio- parpadee varias veces.

-Estais loca- dije con mi falso acento.
-Crees que tiene algo de malo- asenti.

-El es el chico de todas. El que todas quieren y desean. Además creo que le gustan las de tercero. -negué.

-Me invito a salir- murmuró.

Eso sí que me sorprendió.

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Salí de mi sueño y caminé hacía el ascensor. Stan me miraba de reojo.

-¿Qué? -pregunté molesta.

-Si el chico juega contigo. Yo lo mató- dijo molesto.

-Gracias Stan- me subí al ascensor y presione 12.

Stan era solo tres años mayor y era guapo realmente, era triste no poder fijarme en los chicos como ellos querían. No cuando el amor de mi ni vida posiblemente esta en Irak.

Llegue a la habitación, dejé las llaves en la mesita de entrada y fui a sentarme en el sillón.

-Hola Tina- salude a el pez que no se escondía en el castillo de su pecera- También llegó la novia loca.- el pez se metió al castillo.

Sin más que hacer encendí la televisión y me deje envolver con el estúpido romance de una colegiala y un militar.

-Cómo si los romances fueran realmente así- gruñi

Una hora después y sin más helado en la nevera, escuche a Darren entrar y dejar bolsas en la barra de la cocina.

-Hola- saludo.

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