33.Cara a Cara.

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Hola! Eh vuelto! Me fracture el brazo derecho y no pude escribir durante un largo rato. Pero ya estoy mejor y mas que dispuesta a terminar la historia.
Sin más preámbulos, comenzamos.
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Darren

Atenea nos miro molesta y de brazos cruzados.

-¿Y bien? ¿Alguno piensa responder? -dijo pasando la mirada de Mike a mi y luego al revés.

-Cuando llegamos ya no estaba-dijo Mike intentando ser dulce.

-Pero, dejo una nota- dije en el mismo modo.

-Muestrala-nos dijo con los dientes apretados.

Le tendi el pedazo de papel, ella lo leyó en silencio y después se puso a reír como loca.

Mike y yo nos miramos y comenzamos a reír también.

-¿De que demonios se ríen? -dijo Atenea fulminadonos con la mirada.

-¿De qué te ríes tú? -pregunto Mike.

-De lo patéticos que son- camino hacia nosotros y se detuvo antes de lograr que nos echaremos a correr del miedo.-Sólo tenias que cuidarla-me señaló- Sólo debias ver que estuviera bien y ¿Que hiciste? LA DEJASTE IR.- grito desesperada.

-Confíe en ella-le dije y ella suspiró.

-Siempre tengo que hacer las malditas cosas yo-saco su teléfono y comenzo a marcar a alguien.

-Ya intentamos eso-le dije.

-No le hablo a Margaret idiota.

La mire con la boca abierta.

-Si esta molesta-dijo Mike sorprendido.

Atenea camino hacia la cocina y cerro la puerta con un fuerte golpe.

Mike y yo nos sentamos en la sala en silencio mientras escuchábamos los tacones de Atenea ir y venir por toda la cocina.

Cuando el sonido cesó el lugar se quedo un largo tiempo en silencio hasta que el timbre sonó.

Mike y yo nos levantamos de golpe y Atenea salió corriendo de la cocina, nos lanzo una mirada de advertencia que no entendí hasta que abrió la puerta.

-¿Qué hace el aquí?- me cruce de brazos.

-Bueno, considerando que ustedes dos no son más que un par de bonitas caras, le llame a Austin para que nos ayude a encontrar a Margaret- dijo intentando parecer tranquila.

-Además yo la conozco mejor que tú- dijo pasando a mi lado y chocando su hombro contra el mío.

-No entiendo-dijo Mike cuando Atenea cerro la puerta.

-No tienes que entender, simplemente necesito encontrar a mi hermana y si ustedes no pueden ayudarme. Él si- miro a Austin.

-¿Y cómo es que nos va a ayudar? -pregunte señalandolo con la cabeza.

-Soy soldado y el gran amor de Margaret, conozco los Estado Unidos y a la mujer, mejor de lo que tu conoces la sal y la pimienta- sonrió

-Muy bien, entonces ¿Dónde esta? -pregunto Mike.

-Aquí-dijo Austin tranquilo.

Mike y yo miramos ah Atenea que parecía apunto de matar a Austin.

-¿Disculpa qué? -dijo apretando las manos.

-No quiero decir que esta en el apartamento, quiero decir que esta aquí en los Ángeles, que no se fue a ningún lado.

Atenea lo miro como si estuviera loco.

Nuestro AcuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora