07

575 33 8
                                    

Sarella.

El sonido de la alarma me despertó, la cabeza me dolía, maldita migraña, de un golpe apagué el molesto sonido. Hoy no tenía nada que hacer, bueno sí, pero realmente no quería hacerlo. Después de darme un baño, preparé unos waffles con miel, puse música en alto volumen y me senté mirando la ciudad de Nueva York a través de mi gran ventanal.

Una de las razones por las que había elegido este departamento era esa, la gran vista que tenía a diario. Era fiel creyente que los grandes paisajes inspiran grandes ideas, y aunque la ciudad de Nueva York no ofrecía muchos paisajes naturales, su jungla de edificios era preciosa.

 Era fiel creyente que los grandes paisajes inspiran grandes ideas, y aunque la ciudad de Nueva York no ofrecía muchos paisajes naturales, su jungla de edificios era preciosa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi rico desayuno y mañana de meditación fue interrumpido por la puerta, suspiré enojada y me dispuse a abrir. Detrás de ella apareció Martin, el conserje de mi edificio.

—Señorita Sarella, lamento interrumpirla.

—No pasa nada, Martín ¿Eso es para mí?

No veía a Martín pero sí reconocí su voz, un enorme ramo de rosas lo tapaba completamente, en serio era gigante.

—Si, las dejaron en recepción, vine a entregárselas —habló el pobre con la voz algo cansada debido al esfuerzo de cargar tan pesado regalo.

—Oh gracias, pasa por favor —abrí un mayor espacio de la puerta y le permití pasar. Una vez que las dejó sobre la mesa de centro de mi sala, se retiró educadamente. 

Empecé a examinar el arreglo lleno de rosas rojas, buscando una tarjeta. Cuando por fin la encontré, la abrí.

Supe que la exposición fue un éxito, hubiera querido estar ahí para ti

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Supe que la exposición fue un éxito, hubiera querido estar ahí para ti. Lamento no haber podido asistir, querida. Te mando este arreglo para que aceptes mis disculpas. Acepta mi invitación a almorzar el día de mañana, espero tu respuesta, preciosa.

                                                                                                                                                        Aaron.

Bohemian in New York [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora