Sarella.
Ya me encontraba mareada después de dar muchas vueltas en la silla giratoria del lobby. Me encontraba esperando a Frank que había entrado a una reunión, solo accedí porque luego iríamos a almorzar con Nicole porque era nuestro aniversario de amistad, lo sé, cursis.
Llevaba ya varios minutos esperándolo, pero él siempre aparecía cuando lo necesitaba y su auto estaba en el mecánico, así que aunque lo miré mal cuando me informó de la espera involuntaria que haría, decidí dejarlo pasar.
Han pasado varios días ya desde lo que ocurrió en mi departamento entre Aaron y Harry, realmente son un par de inmaduros. No los culpo, Frank me comentó que desde que eran pequeños las familias y la sociedas se habían encargado tontamente de rivalizarlos. Ambos tienen misma edad, son los próximos herederos de grandes fortunas y ahora también son competidores en el mercado laboral. A pesar de todo esto pienso que deberían de ser hombres de una buena vez.
—Ya estoy listo —Frank salió de aquella habitación acomodándose el saco. —Vamos.
—Hasta que al fin —tomé mis cosas y ambos salimos caminando hasta la puerta.
Al subir al auto, conduje entre las calles hasta el trabajo de mi amiga.
—¿Cómo vas con la nueva colección?
—Avanzando. En realidad aún no quiero presentar nada hasta tener al menos diez cuadros —suspiré con las manos en el volante.
—¿Cuántos tienes? —Frank tenía la vista en su teléfono, puedo asegurar que mensajeaba con su rusa.
—Como la mitad —apoyé mi cabeza contra el volante rendida. —¿Cómo vas con Verushka?
—Creo que le propondré matrimonio -—susurro y alzó su mirada hacia mi.
—¡¿Qué?! —frené en seco haciendo que ambos cuerpos saltaran para adelante.
—¡Carajo, Sarella! Casi nos matas —Frank chilló.
—¿Matrimonio? Mi bebé se va a casar, por Dios —solté un gritito y con una mano apreté su mejilla.
—Suéltame y sujeta el volante que eres un peligro, idiota —solté una carcajada por su dulce apodo.
—Solo no te vayas a vivir a Rusia y todo bien —lo molesté haciéndolo suspirar.
—Descuida, no creo que nos vayamos.
—Aprenderé ruso por ti.
—Calma, políglota.
Seguí manejando hasta el trabajo de mi amiga escuchando a Queen, es una de mis bandas favoritas debo admitirlo.
—¿Te gusta Styles?
—¿Qué? ¿Por qué dices eso? —solté una risa nerviosa ante su inesperada pregunta.
—Porque cuando hablas de él sonríes como idiota. Además, tú jamás dejas que nadie se te acerque más de medio metro.
—Entre Harry y yo no puede pasar nada, él tiene novia.
—Pero entonces esa es la excusa, no que no te gusta —hizo un sonidito con su boca molestando.
—La excusa es que no somos iguales, no tenemos cosas en común —era cierto. —Ves cosas en donde no las hay, Frank.
Hizo un sonidito con sus labios y dejó el tema ahí gracias a Dios.
Al llegar mi mejor amigo le mensajeó a Nicole pero la payasa le dijo que estaba en una reunión, al parecer hoy era el día de hacer esperar a Sarella. También avisó que había comida en su oficina por si queríamos subir. La verdad yo no pensaba moverme de este auto para no correr el riesgo de encontrarme con Harry, pero al parecer el hombre de mi costado se moría de hambre ya que bajo prácticamente corriendo hacia el gran edificio Styles haciendo que tuviera que bajar y perseguirlo pidiéndole que se detenga.
—¡Ven acá, maldita sea! —caminaba rápido mientras le susurraba al idiota de mi amigo.
—No, hay comida, la comida no se niega —tocó el botón del ascensor.
—Frank, no quiero verlo, me quiero ir, que vergüenza, lo boté la vez pasada de mi casa —miré a todos lados.
—Ese tu problema, tengo hambre —el baboso se metió al ascensor apenas este llegó y yo imité su acción.
No dije más pero estaba enojada, solo rogaba por que la oficina de Nicole no estuviera en el mismo piso que la de él.
Caminamos hasta la recepción donde estaba Matti, la secretaria de Nicky.
—Hola chicos —saludó ella con una sonrisa.
—Matti, Nicole nos dijo que podíamos esperarla en su oficina —Frank habló mientras yo miraba hacia todos lados evitando ser vista.
—Claro, pasen pero no destrocen nada, por favor—ambos agradecimos y yo corrí hasta la oficina para meterme y encerrarme.
Matti pidió que no destrozáramos nada ya que una vez rompimos el sofá con una sierra eléctrica que había llevado para un proyecto que tenía en mente. Frank de casualidad la enchufó cuando yo la tenía en las manos como demostración y el sofá quedó lleno de relleno y a la mitad, le tuvimos que comprar uno nuevo.
Mi amigo y yo estábamos perdidos en nuestro mundo mientras comíamos los ricos bocadillos que estaban en la mesa, no fue hasta media hora después que la bendita se dignó a aparecer.
—Hola —saludó entrando.
—Hola, genial, ¿Nos podemos ir? Gracias —me levanté rápidamente del sofá para dirigirme a la salida.
—Qué te pasa ahora, loca —Nicole me miró extrañada mientras se acercaba a su escritorio.
—No quiere que Harry la vea —Frank soltó burlándose.
—¿Qué? ¿Por qué? —mi mejor amiga frunció el ceño mientras metía algunas cosas en su bolso.
—Porque lo botó de su casa —me encogí en el sillón esperando algún reclamo por parte de Nicky, pero solo obtuve su mala mirada.
—Prometo que si nos vamos ya, te contaré todo.
—Más te vale.
Luego de que Nicole se cambiará de ropa y acomodara algunas cosas, los tres salimos de la oficina, yo con la cabeza abajo y caminando super rápido pero las dos tortugas detrás mío no se apuraban.
—Pueden caminar más rápido, mierda son dos tortugas —susurré algunos metros más adelante que mis amigos.
—No —susurró de igual manera Nicole haciendo que quisiera golpearla.
—Te detesto, si me encuentro con él...
No dije nada más porque mis pasos fueron detenidos por un enorme pecho, Frank y Nicole se quedaron parados y yo pude reconocer ese olor, mierda.
Voltee delicadamente y me encontré con una mirada confundida.
—¿Si te encuentras con quien, Sare? —su cara era de diversión y tenía la ceja levantada esperando una respuesta.
Carajo.
—Harry —sonreí tratando de parecer normal.
🌻🌻🌻
¡Hola!
Espero se encuentren bien y les esté gustando la historia. Porfi dejenme sus votos y comentarios, se valoran mucho! Les mando un fuerte abrazo.
- Clau ♡
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Bohemian in New York [H.S]
FanfictionLa vida bohemia es algo que muy pocas personas pueden permitirse. Sarella Salvatore, una italiana que nunca encajó en lo que le enseñaron como "su mundo". ¿Cómo escapas de algo que te acompaña desde que naciste? Harry Styles, un arquitecto que sig...