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Sarella.

Sabía lo que quería, sabía que jugar con los sentimientos de una persona no estaba bien porque cuando me pasó, vaya que dolió. Es por ese motivo que estoy esperando a Aaron en su oficina, porque es necesario terminar este compromiso cuanto antes.

Harry solo me ayudó a darme cuenta que no podía vivir engañándome, no podía pretender amar a alguien que solo veía como amigo e incluso conocido. No soy una mala mujer, me he equivocado mucho pero jugar con las personas y sus sentimientos es algo de lo que me arrepiento.

Es por eso que, aunque Harry no termine el compromiso con su novia yo terminaré el mío. Nadie merece vivir engañado, gracias a nosotros Aaron y Lucrecia lo habían hecho.

A este punto no tengo ni dignidad ni amor propio, pero vamos ¿Quién no le diría si a Harry Styles?

—Sare, que sorpresa —Aaron entró a su oficina rápidamente y me saludó con un beso en la mejilla.

—Hey —le sonreí de costado. —Tengo que hablar contigo.

—¿Ocurrío algo con la planificación? ¿Necesitas algo? —me miro preocupado, Dios, me daba tanta pena.

—Aaron yo... no puedo casarme contigo —dije en un susurro bajando la mirada a mis pies.

—¿Qué?

—No me puedo casar, Aaron, lo siento mucho.

Sus ojos reflejaban incomprensión. Parecía eterno que no dijera nada, solo estaba sentado en su gran sillón de cuero con una inexpresión en el rostro.

—¿He hecho algo que te ha incomodado? ¿Quieres cambiar de wedding? Puedes decirme lo que sea, lo sabes —se levantó de su asiento para llegar hasta mi lado arrodillandose delante mío.

—No es nada de eso, tengo otro motivo.

Su mirada bajo hasta el suelo y luego volvió a mirarme.

—¿Es Harry, verdad? —solté sus manos y mis ojos se abrieron por completo.

Me sorprendió bastante que mencionara el rizado ¿Aaron sabía lo que había pasado entre nosotros? ¿Alguien más lo sabía?

—¿Por qué dices eso? —algo asustada me levante del cómodo asiento para moverme por su oficina.

—Sare, tranquila —se acercó a mi. —Sé lo que pasó entre ustedes, Harry habló conmigo un día antes de entregarte el anillo en mi auto.

—¿Qué Harry hizo qué? —dije entrando en pánico.

—No te asustes, nadie lo sabe y no pienso contarlo tampoco.

Mi mente empezó a procesar todo demasiado rápido. El Aaron anterior no hubiera guardado ningún secreto, es más, hubiera corrido a decirle a Des Styles todo lo que sabía con el único fin de hundir y destruír más a su rival.

¿De verdad Aaron había cambiado tanto?

—¿Por qué eres tan amable con él ahora? —ambos se odiaban, esto podría perjudicarlo peor y Aaron lo sabía.

—Porque te quiero, Sarella, en serio lo hago.

Así que todo ese cuento de perseguirme no había sido en juego, él de verdad tenía sentimientos hacia mí y yo nunca lo noté porque siempre me pareció un egocéntrico e idiota. Ver parado delante mío al hombre que había conocido desde siempre y ahora tener a este totalmente distinto me hacían ver que las personas si cambiaban cuando se lo proponían. Me dio tanta lástima sentirlo derrotado y triste, más sabiendo que la causa era yo.

—Aaron yo siempre te odié —admito y el sonríe triste. —Realmente nunca pensé que tú me quisieras de verdad yo... —el alzó su mano en señal de que no siguiera con el tema, suspiré y decidí preguntar por las palabras del hombre que me tenía en esta situación.—¿Qué te dijo? —el del suspiro esta vez fue el castaño de traje. Antes de hablar, me pidió tomar asiento nuevamente.

Bohemian in New York [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora