Bohemian in New York [H.S]

18

Sarella.

Mi pobre cabeza no ha dejado de doler desde la mañana. Luego de que amaneciéramos con Harry durmiendo en su auto, nos reímos de la situación. Él me dejo en casa para después irse a dar una ducha ya que tenía que trabajar, eso dijo.

Hace mucho no tenía una resaca de este nivel. Dios, mi cabeza.

—Buenos días —papá entró gritando a la habitación seguido de mamá.

Que mierda.

—¿Qué hacen aquí? —me tapé la cara del sol ya que abrieron las cortinas.

—¿Qué hacemos aquí? —repite mi padre. —Esto.

Me lanza una revista en la cara. Gruño y al verla bien, entendí perfectamente el motivo de todo este show.

En primera plana salíamos Harry y yo el día de ayer ebrios posando para las cámaras. Parece que la revista People no tiene nada mejor para colocar hoy. En la portada se lee:

"La princesa revoltosa de Nueva York con el heredero al trono Styles en una divertida noche para ellos"

Sarella Salvatore vuelve a las andanzas nada más y nada menos que con el favorito de muchas, Harry Styles. Si bien es la primera vez que él se ve envuelto en este tipo de chismes, parece que pasaron una gran noche. ¿Saldrán juntos? ¿Tenemos ante nuestros ojos a la pareja del año? Styles no ha confirmado su ruptura con la modelo Lucrecia Hyatt, sin embargo, esto nos deja la duda. A continuación, algunas postales tomadas por nuestro corresponsal el día de ayer en la discoteca Safari.

Ambos me miraban con una mirada de desaprobación, sabía que me iban a llamar la atención.

—¿Qué significa esto? ¡¿Por ese motivo desapareciste ayer?! —Eric alzó la voz, asustándome un poco.

—Solo salimos a divertirnos papá, fuimos a bailar, nada más —en parte, era cierto.

—¿Por qué siempre te metes en escándalos, Sarella? No te expones solo a ti, involucras el apellido familiar —me señaló muy molesto.

—Siento manchar tu lindo apellido —lo señalé riéndome. —Estoy harta de que te avergüences de mí.

—Sarella —susurró mamá intentando calmarme.

—No no, déjala Lucía, así es ella de malagradecida.

—¿Yo malagradecida? Tú jamás me prestas atención, papá —mis lágrimas comenzaban a acumularse en mis ojos, no quería llorar, no delante de él. —Por una vez en tu vida ponte en mi posición, y disculpa si no soy la hija que esperabas, lamento ser solo un estorbo.

Ambos se quedaron callados, le di una mirada a mi mamá tratando de que entienda que quería estar sola, ella solo me dio una mirada con lástima y salió de mi habitación llevándose a mi padre del brazo. Cuando escuché la puerta principal cerrarse, rompí en llanto, lágrimas de dolor, impotencia y tristeza era lo que yo tenía acumulado.

Por mucho tiempo llevé guardado este enojo al ser rechazada por mi padre. Siempre se encargó de hacerme ver que no pensaba apoyarme y que mis decisiones eran más errores que aciertos. Al inicio me costó mucho, luché por su aprobación pero luego entendí que no iba a detener mi vida porque él quería una hija perfecta bajo sus parámetros y normas. Me duele porque es mi padre, pero no voy a competir para entrar a su estándar.

Pasó el tiempo mientras me decidí por ver algunas películas para distraer la mente.

Mi celular sonó avisando que alguien me estaba llamando.