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Los días pasaron y el problema de ambas grandes familias seguía presente. Los Styles y los Salvatore se encontraban en el ojo público gracias a las fotos escandalosas que salieron en aquella revista, sin embargo, el escándalo era mayor para Zayn y Gemma, pues ya habían empezado los rumores sobre el hijo que esperaban fuera del matrimonio. Eric y Des, cabezas de de familia, no sabían qué hacer para callar chismes que hacían sobre su familia.

—Ayer nadie paraba de mirarme, Lucía —Eric Salvatore golpeaba enojado su escritorio mientras su pobre esposa lo miraba desde la silla de al frente.

—Son tus hijos, Eric, no debería importarte.

—¡Pero me importa! Nuestras relaciones públicas deben ser excelentes por el bien de la empresa, tantos años me ha costado mantenerme al margen del mundo de chismes para que lleguen tus hijos a malograr todo —gruñe enojado.

—Las cosas ya están hechas, no puedes hacer nada al respecto.

—Claro que sí puedo. Hace unos días tuve una reunión con los Rockefeller, el padre de Aaron y él manifestaron que se sentirían contentos de que él se casara con Sarella —dice poniéndose de pie y acomodando su saco. —Esta dicho, hablaré con ellos para que nuestra hija se case de una vez, al igual que Zayn, debe casarse de inmediato.

Lucía pegó un grito al cielo al escuchar los planes de su esposo, sin embargo, casi treinta años de matrimonio le habían enseñado que dijera lo que dijera, nada se interpondría entre Eric y su propósito, por eso mismo prefirió callar y pensar en alguna manera de proteger a sus hijos, protegerlos de su padre.

Con lo que no contaba Eric es que una persona había escuchado todo, una persona que alertaría a los pequeños Salvatore sobre las próximas jugadas de la cabeza de la familia.

Sarella.

—Espero que sea importante, estaba por empezar a pintar —me senté sobre el sofá de cuero negro dejando mi bolso a un lado.

—Siéntate primero —mi hermana me miraba esperando que me calmara.

—¿Qué pasó? ¿Es Zayn?

—También —suspiró Caroline. —No vayas a gritar, por favor.

—Dime de una vez.

—Hoy estaba en casa de mis papás, iba a entrar a saludarlos pero oí a papá enojado entonces preferí esperar que terminara de gritar —suspiró tomando su taza de café. —Escuché algo que sé que no te va a gustar para nada, pero tómalo con calma.

—Me estás poniendo nerviosa.

—Sare, papá planea que te cases con Aaron para callar los chismes y rumores desde las fotografías de esa famosa revista.

—¡¿Qué?! —grité haciendo que varias personas voltearan a mirarnos.

—Cálmate —dice de inmediato ella. —Pensé que era correcto que lo supieras, sé que detestas a ese hombre, pero por favor no vayas a...

No escuché más ya que salí corriendo de la cafetería para subir a mi auto. Estaba por arrancar pero abrieron la puerta del copiloto, Caroline entró rápidamente al auto poniéndose el cinturón.

—¡¿Sabes dónde mierda está ahorita?!

—Sarella, no puedes ir por ahí gritando en la calle, todo va a empeorar.

—¡¿Sabes dónde está o no?!

—En nuestra casa.

—¡Bien!

¿Cómo va a hacerme esto?

Era lo que faltaba para que el vaso se rebalsara por completo, he callado mucho tiempo e intentado complacerlo también, sin embargo nada es suficiente cuando se trata de Eric Salvatore. En estos momentos no estoy pensando en las consecuencias de mis actos, no estoy pensando que quizá empeoren las cosas para mí, pero ya no puedo más, él no puede seguir manejando mi vida y tiene que saberlo.

Bohemian in New York [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora