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Sarella.

Mi día estuvo realmente aburrido, así que decidí dedicarme a pintar un cuadro por la mañana.

Entre música y un alboroto de pintura, pude retratar a Harry. Esperaba que él estuviera presente y posara como un modelo, sin embargo, me inspiré en la foto que tenía en mi teléfono, una de las tantas que tomamos en Bali. Mientras trazaba sus ojos sonreí, parezco una chiquilla enamorada suspirando y riendo cada que recuerdo todos los momentos que vivimos juntos. 

Una copa de vino fue mi fiel compañera mientras me animaba a pensar cómo le diría a mi madre que era la que en realidad me importaba que la dejaría de ver por un tiempo. Sé que después de que anuncie mi oposición y rompa ese estúpido compromiso no podría aparecerme por mi casa, al menos por un tiempo. Como si la llamara con la mente, recibí un mensaje de ella diciendo que esta noche habría una cena en casa de los Styles. Mi corazón latió rápidamente ¿De que se trataría esta vez?

Harry no contestaba mis mensajes, supuse que estaría arreglando todo este problema con su familia por lo que decidí no molestarlo más.

Cuando llegó la hora del almuerzo me di cuenta que no tenía nada elegante para esa noche, así que me dirigí al centro comercial. Caminé por distintas tiendas en busca de un vestido que deje con la boca abierta a Harry, quería deslumbrarlo. Me probé muchos pero ninguno terminaba de agradarme, ingresé a muchas tiendas pero nada me complacía completamente. Cuando estaba por rendirme vi en la vitrina de una tienda nueva el indicado, era de seda, lila bebé, y con unos zapatos de plataforma blancos me quedaría perfecto. 

Luego de asegurarme que sí era de mi talla y con las grandes bolsas entre mis manos me dispuse a tomar algo, sin embargo, ante mis ojos apareció un Spa y aunque no soy fan de estos camine decidida a pagar por un maquillaje y un peinado, además de unos masajes, me vendrían bien.

Le escribí un mensaje a Caroline consultándole por el Spa, no vaya a ser que me dejen calva o pelirroja, luego de recibir su aprobación, entre a que hagan magia.

Peinada, maquillada y bien vestida baje del taxi con paso firme para adentrarme a la mansión Styles. Busqué a mi familia con los ojos y luego de saludarlos e ignorar sus preguntas sobre mi viaje, busqué con mis ojos a Harry fallando en mi misión porque no se encontraba por ningún lado.

—¿Ya me vas a decir con quién fuiste de viaje? —Caroline apareció con una copa de champagne en sus manos.

—Quizá más tarde —le guiñé el ojo. —Extraño a Zayn, una lástima que no sea bienvenido aquí.

—Ni me lo recuerdes.

Estaba por responderle a mi hermana pero mi boca se cerro y mi corazón se detuvo cuando vi al castaño caminando entre la gente. Tenía el gesto serio, parecía triste, preocupada me disculpé con mi familia y corrí hacia él.

—¿Ya te olvidaste de mi? —sus ojos se encontraron con los míos y sobresaltó.

—Hola —me dio una media sonrisa mirando hacia cualquier lado, menos a mi. —¿Te parece si luego hablamos? Debo hacer algo.

Y sin esperar mi respuesta desapareció dejándome extrañada.

Regresé a mi lugar y con la mirada perdida, intenté descifrar que acababa de pasar. De un momento a otro recobré la compostura cuando oí que la orquesta tocaba una canción de ABBA muy conocida por mi. Inevitablemente me sonrojé cuando oí Andante, andante

Tranquila, Sarella, seguro es por su padre.

—Un momento por favor —Des llamó la atención de todos los presentes, vi como los meseros repartían copas de champagne, tomé una y esperé su comunicado. —El motivo de esta gran celebración es para darles un anuncio muy especial.

Tómatelo con calma conmigo, por favor. Tócame suavemente como la brisa de una tarde de verano.

No creo haber sentido un dolor tan grande como cuando escuché la continuación del anuncio. Todo pasó tan lento en mi mente y aún así no podía procesarlo.

Tómate tu tiempo, hazlo lento.

Andante, andante.

Solo deja que el sentimiento crezca.

—Me complace anunciar el compromiso de mi querido hijo Harry con Lucrecia Hyatt —el mencionado apareció entre los aplausos de todos de la mano de su prometida, sonriendo.

Haz que tus dedos sean suaves y ligeros, deja que tu cuerpo sea el terciopelo de la noche.

Toca mi alma, tu sabes como.

Andante, andante.

Ve despacio conmigo ahora.

Lágrimas empezaron a llenar mis ojos, mis piernas temblaban y mi corazón se iba rompiendo lentamente. Como si fuera un imán, sentí las manos de alguien en mis hombros, Nicole y Frank estaban siendo mi soporte mientras yo no podía dejar de mirar al hombre que me había prometido, horas atrás, una vida juntos.

Soy tu canción (Soy tu música y soy tu canción)

Juega conmigo una y otra vez y hazme fuerte. Juega conmigo de nuevo porque me estás haciendo fuerte.

Hazme cantar, hazme sonar.

Andante, andante.

Pisa suavemente en mi suelo.

Los invitados empezaron a gritar beso y no pude más, solté un sollozo bajo y empecé a temblar.

Andante, andante.

Oh por favor, no me decepciones.

Harry Styles me había roto el corazón, como juro nunca hacerlo.

Harry.

Des dio el anuncio y puse mi mejor cara aunque mi único pensamiento era la italiana que acababa de ignorar hace unos minutos.

—¿No estás feliz? —Lucrecia sonreía a todas las personas aceptando sus felicitaciones.

—Claro —susurré para encontrarme con Louis mirándome. Negó varias veces con su cabeza y desapareció de mi vista.

Lo estoy decepcionando, no solo a él sino a muchos, pero sobre todo, la estoy decepcionando a ella.

Llámenme cobarde, sé que lo soy. Cuando apareció ante mis ojos esta noche me di cuenta de lo preciosa que estaba, irradiaba felicidad, y el solo hecho de pensar que en pocos momentos todo se iría a la mierda hacía que no pudiera ni mirarla a los ojos.

Las felicitaciones empezaron a aparecer pero mis ojos viajaron hasta Sarella, Nicole la tenía entre sus brazos e intentaba llevársela pero ella tenía clavada su mirada en mí, una mirada de decepción y odio, lo sentía.

Me odie mucho más cuando vi que pequeñas lágrimas caían por sus mejillas, mi corazón simplemente se partió y una parte se fue justo detrás de ella en el momento que estalló en llanto. La alejarse de mi, tenía ganas de correr tras ella pero no podía y eso solo me hacía sentir más mierda.

Acababa de romperle el corazón al amor de mi vida, como juré nunca hacerlo.

Andante, Andante

Oh por favor, no me decepciones.

Bohemian in New York [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora