Esa noche soñé con laberintos, gritos y una inmensa oscuridad que lo abarcaba todo. Ruidos por todos lados, ahora iban disminuyendo. Llegó un momento en el que solo oía pequeños golpecitos cada poco tiempo.
—¡Despierta!
Oigo una voz, ahora me doy cuenta, ya no estoy soñando. Me levanto de la cama y veo a Newt por la ventana que está mirándome con una piedra en la mano. Le sonrío y me devuelve una increíble sonrisa que solo él podría hacer de esa manera tan deslumbrante. «Acuérdate de respirar», me digo a mí misma.
—A desayunar dormilona. —Suelta una carcajada y se aleja rumbo al comedor.
Me pregunto de qué se reirá, daría lo que fuera por un espejo ahora mismo, lo que me hace recordar que no sé qué aspecto tengo. Desde que llegué aquí no he visto ni un solo espejo, tendré que acordarme de preguntárselo a Newt. Se oye un crujido y me giro sorprendida, era la puerta, detrás de ella hay un chico regordete, tiene el pelo castaño que le cae sobre los hombros por detrás de las orejas. Lo que más me llama la atención de él son sus increíbles ojos azules llenos momentáneamente de una tristeza y preocupación que me hiela la sangre.
—Buenos días —me dice—. Perdón por asustarte, creía que seguías dormida. Soy Chuck, venía a traerte tu ropa. —Me señala un hatillo de lo que supongo que será ropa, porque más bien parecen sábanas.
—Gracias Chuck —le respondo—. Yo soy Lara, si, ya me explicó Newt que me traerían ropa o algo así. —Me sonrojo al pronunciar su nombre. Me resulta increíble el efecto que puede tener en mí ese rubio.
—Le has caído realmente bien, eres la persona de la que más ha hablado en todo el tiempo que llevo aquí.
—Es... amable. —Noto como mis mejillas se vuelven rojas.
—¡Chuck!
—Puf, me llaman —dice con gesto perezoso—. ¿Nos vemos a la hora de comer?
—Claro, hasta luego.
—Hasta luego.
Cierro la puerta y me pongo la ropa que me había traído Chuck. Bajo por las escaleras a toda prisa y me choco con un chico moreno, alto y flaco. Parece tener unos quince años. Le miro a la cara y me lanza una mirada asesina.
—Mira por donde andas pingaja
—Lo siento, y me llamo Lara —le respondo con tono enojado—. ¿Sabes donde hay un baño? —le pregunto todo lo amable que puedo.
—Sí.
Le miro con cara de odio y juro que sonrió por un momento.
—Arriba, final de pasillo a la izquierda —responde finalmente.
—Gracias.
Entro en el baño y lo veo «¡Por fin!» Pienso. Un maldito espejo. En él veo a una chica con el pelo liso castaño y unos ojos marrones claros. Estoy un rato lavándome la cara asombrada por que haya agua caliente y disfruto de ella. Me doy cuenta de que posiblemente Newt me estaba esperando para desayunar y me separo de mi querida agua.
Bajo las escaleras y me dirijo al comedor. Allí esta él, esperándome, sentado charlando con Chuck con dos platos sin empezar. «Mierda, como puedo siempre distraerme con sumamente todo».
—Buenos días, ya pensábamos que no venías.—Me saluda riéndose.
—Lo siento —me disculpo sonrojándome.
—Ven. —Me apremia dando golpecitos en el banco al lado de él—. Estábamos pensando que trabajo vas a hacer hoy.
—¡Yupi! —exclamo con ironía.
—Creo que me vas a ayudar a plantar —me responde riéndose y señalando al huerto.
—Quiero ser corredora —anuncio seriamente. Su expresión se vuelve seria y triste.
—Nunca permitiré que entres al laberinto.
—¿Por qué? Con un poco de entrenamiento podría llegar a ser una buena corredora.
—Porque me importas y no quiero que te suicides de esa manera.
—Lo dices siempre como si fuese a morir. Soy bastante capaz de llegar sana y salva un día.
—Diría lo que fuera para que te quedases aquí. —Chuck le mira con cara extraña y añade—. No se lo recomiendo a nadie. Cuando termines de desayunar avisa —añade, y se va.
Chuck me mira.
—Solo quiere protegerte —afirma mirando su plato.
—Y me encanta, pero no entiende que de verdad puedo salir viva de eso —le explico señalando al laberinto.
—Yo no lo comprobaría.
Sigo desayunando y de repente oigo unos gritos escalofriantes, provienen del bosque.
*Nota de la autora: Hey, muchísimas gracias por leer esta nueva parte, espero que te haya gustado y si lo ha hecho agradecería mucho tu voto y opinión, chauu ;3
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Resurgense | TMR
FanfictionUna nueva chica llega al claro, para sorpresa de los chicos nada más llegar se dan cuenta de que servirá para corredora, callada, rápida y sobre todo valiente. Su mayor característica, su increíble capacidad para querer ayudar a las personas.