Capítulo 12

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—Perfecto, pues... se ha hecho un poco tarde ¿Quieres cenar ya?
—Vale.
Llegamos al comedor y me siento en una mesa libre mientras Thomas va a por la comida. Cenamos en silencio. Cuando nos llegamos por el postre viene Newt alegre, nos saluda y se sienta al lado de mí.
—¿Qué tal? —le pregunto intentando averiguar si de verdad está contento.
—Bien, no ha hecho nada de calor. Aunque recuerdo que alguna me tenía que haber ayudado cof cof. —Suelto una carcajada y me mira.
—Lo siento.
—¿Habéis estado hablando con Alby no?¿Ha ocurrido algo? —me mira expectante mientras pienso la respuesta.
—Nada importante, tranquilo. —Trato de quitarle importancia.
—Solo hemos ido a preguntarle si podíamos ser corredores —A veces me dan ganas de matar a Thomas, en serio. Newt se atraganta y le mira.
—Ah, ¿Y que te ha dicho?
—Que eran demasiados y no podíamos unirnos.
—Uff, menos mal. —Suspira—. No quiero perder a más gente.
—Soy perfectamente capaz de salir vivo, por eso vamos a demostrárle mañana a Alby que podemos hacerlo.
—¿Vamos? —Newt le mira extrañado—. No gracias, yo no puedo. —Thomas frunce el ceño y me mira interrogante. Newt nos mira y confuso.
—Em, bueno, no me refería a tí. —Ahora Newt comprende y se levanta asustándome.
—¿Estás loco cara fuco? ¿Que quieres, que muera? —Thomas, que no es menos se levanta también.
—Ella es lo suficientemente capaz de matar a uno de esos bichos y aún así estaría yo ahí para protegerla.
—¡No me fío una clonc de ti! —Newt golpea la mesa cabreado y intenta continuar.
—¡Además tu no decides por ella, dijo que quería ir! —Con esto Newt me mira apenado y baja el tono de voz.
—¿De verdad vas a hacerlo? —Se me hace un nudo en la garganta.
—Sí. —Se vuelve hacía Thomas y de nuevo hacía mí.
—¿No podrías quedarte? Él ni siquiera ha entrado, no tiene no idea de lo que hay dentro. Por favor, hazlo por mí, no soporto la idea de que te pueda pasar algo —dice mientras me acaricia el pelo.
Con una lágrima en los ojos le respondo.
—Lo siento.
Él aprieta el puño y sube las escaleras corriendo. Cuando ya no le veo respiro, ¿Porque lo tiene que hacer tan difícil? Hago de tripas corazón y me tomo el postre.
—¿No crees que deberías ir a verle? —Thomas me mira angustiado, supongo que para él tampoco será agradable.
—Cuando termine.
Recojo mis cosas y subo las escaleras, busco la habitación suya y no tardo en encontrarla, dado que oigo un golpe fuerte. Llamo a la puerta pero no contesta, intento abrirla, cerrada, como no.
—¡Newt! ¿Puedo pasar? —Oigo pasos y un débil golpe en el suelo.
—¡No! ¡Vete! No quiero que me veas así. —Se nota que ha estado llorando, su voz suena en un tono que nunca había oído.
—¡Por favor! ¡Necesito mirarte a la cara, es muy frustante hablarle a la nada! —Voy a estar aquí por un rato así que me siento de espaldas a la puerta.
—¡Te jodes! ¡También lo es no hablar contigo y ni me miras! —Eso me ha dolido, si fuese mentira no tanto, pero tiene razón.
—Escucha, lo siento de veras pero creo que estás exagerando las cosas, por favor, ábreme, podemos hablar dentro. —Silencio, se tira un tiempo en responder, supongo que no querrá decir nada inapropiado.
En un tiempo que parece una eternidad abre la puerta. Su cara es un cuadro, tiene los ojos increíblemente rojos, al igual que su cara en sí. Agacho la mirada y veo que tiene sangre en los nudillos, me entran ganas de llorar, pero reprimo las lagrimas, tengo que ser fuerte para que note que estoy tranquila y que no pasa nada. Me mira enfadado y abre la boca para hablar. Pero aprovecho para darle un largo y profundo beso. Al principio no lo corresponde, pero luego él toma el control cómo siempre y me coje en brazos, cierra la puerta con el pie y me tumba en la cama. Me quita los zapatos y los pantalones rápido, al igual que los suyos. Se quita la camiseta y me mira. Le agarro de la espalda y le atraigo hacia mí. Le beso por el cuello y noto su erección en mi pierna. Comienzo a respirar despacio e intento ponerme arriba, pero no me deja. Me besa por el pecho mientras intento concentrarme en no respirar fuerte al rozar de nuevo con su imponente erección. Nada más pensar en ello noto como se endurecen mis pezones, y él también, putos sujetadores deportivos. Se separa de mí y sonríe. Pone sus manos a cada lado de mi cabeza, ¿porque siempre me tiene que tener él como quiere? Miro sus increíbles abdominales y sonríe. Me da un beso en la frente y de un rápido movimiento se da la vuelta. Se estira y se acomoda mirando a la pared. Gira la cabeza para mirarme y me ve tumbada en la misma posición que me dejó.
—Buenas noches. —Sonríe de nuevo y gira la cabeza a su lado.
—¿Estás de coña verdad? —Le miro indignada, sin girarse me responde.
—¿Sobre qué? —Bien, se hace el tonto. Noto como mis mejillas se calientan.
—¿Me vas a dejar así? —No puedo creer que esté diciendo esto. Lo tenía planeado, estoy segura.
—Tu me vas a dejar solo para irte al laberinto. —Se ríe y aclara—. Es un castigo
—Pues me voy a cagar en tus castigos Newt. ¿Y tú? Porque creo que estás igual —le digo mirando sus pantalones. Se gira para ver dónde estoy mirando, se mira y suelta una carcajada.
—Lo mío tiene fácil solución. —Me lanza un guiño y sonríe—. Ahora vuelvo.
Nota de la autora: A lo mejor subo otro capítulo hoy, estad pendientes. Espero que te haya gustado este capítulo, si lo ha hecho agradecería mucho que dieses un voto y pusieses tu opinión :)
Chauu :3

Resurgense | TMRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora