Capítulo 27

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Newt

—¿Y nosotros? ¿Qué narices debemos hacer ahora? —digo enfadado.

—Ni puta idea, hay una puerta por allí pero no sabemos si cruzar o no. Nosotras sólo hemos podido descubrir que la empresa que nos ha metido aquí es C.R.U.E.L pero no sabíamos nada de la pantalla esa hasta que llegasteis. —explica una de las chicas.

—Yo pienso que deberíamos destruir todo lo que hay aquí y pirarnos lo más rápido posible —afirma Thomas.

—Pero, ¿a dónde vamos? No sabemos absolutamente nada de nuestras familias y menos lo que haya allá afuera.

—Simple, ir a algún sitio dónde haya gente y explicarles la situación.

—Nadie en su sano juicio se creerá que venimos de un laberinto en el que nos encerró una empresa para vete tu a saber qué fin.

—Yo también creo que nos deberíamos ir cuanto antes, si nos han tenido vigilados tanto tiempo no me extrañaría nada que ahora mismo nos estuviesen viendo.

—Pues lo que yo he dicho, destrocemos todo y a tomar por culo.

Asiento y empezamos a tirar las cosas que vemos por las mesas. Minho coge una silla y la tira contra la pantalla más grande mientras que las chicas hacen lo mismo con las más pequeñas. Cuando veo por terminado mi trabajo espero en el medio procurando no molestar. Al poco rato todos estábamos en un círculo mirando el resultado de nuestra "rebelión".

—Joder, cómo nos pillen nos van a moler a ostias.

—No lo recuerdes, más nos vale correr.

De repente se oyen unos ruidos provenientes de otra sala anexa. Miro a Allison preocupado y ella responde alzando los hombros y acto seguido los brazos. Me señala con la cabeza algo detrás de mí y me volteo. Unos hombres armados avanzan por la habitación. Busco con la mirada a Minho, pero no le encuentro, es más, es al único que no veo. Un hombre de los armados se mueve y logro visualizarlo. Está haciendo señas a todos para que cuando él diga ataquemos. Me mira, uno, dos... a la de tres todos saltamos encima de los hombres no dándoles tiempo para reaccionar. Consigo quitarle su arma a uno, al igual que Lara y Minho. Este último está apuntando a uno de los hombres que esta inmóvil en el suelo.

—¡Cuéntanos ahora mismo todo lo que sabes! ¿Trabajas para C.R.U.E.L?

—No sé nada, lo juro. Simplemente nos han mandado venir a recoger a unos chicos.
—Minho le observa con detenimiento y arremete contra él.

De la pistola sale una especie de rayo azul que le hace dar espasmos.

—¿Qué? Me estaba mirando mal —dice Minho indignado pero con una sonrisa— Bien, tu igual, si no quieres que te pase lo mismo que a tu compañero más te vale decirnos de que coño va esto.

—¡Él no mentía! No sabemos nada y aunque fuese así no os la diría de ninguna manera.

—No me dejas otra alternativa. —Le ayudo a atar los hombres contra uno de los radiadores de la pared.

—¿Hay más de los vuestros esperándonos en la salida? —le pregunta Thomas a uno, este se mantiene callado.

—¿Pues salimos para allá no? —anuncio impaciente.

Todos asienten, sigo acompañado de Allison a nuestro grupo, que va primero. Me da la mano y la sonrío, entramos juntos por la última puerta que nos separa del mundo exterior, aunque, todo mi mundo siempre pertenecerá en parte y por desgracia al laberinto.

Lo primero que más se puede destacar de afuera es el increíble calor que hace, lo segundo sería la luminosidad, que llega hasta el límite de tardar cinco minutos en poder distinguir alguna forma. De las que tampoco se puede decir mucho porque lo único que nos rodea es una arena por lo que deduzco que estamos en una especie de desierto. Me giro para ver el de dónde salimos. Se ven los descomunales muros del laberinto rodeados de un edificio de tonos grisados y blancos. «No sé cómo narices no nos han podido rescatar desde fuera si se ve a kilómetros, no creo que tuviesen mucha intención de hacerlo», supongo.

—Tíos, se han dejado el coche ahí. —anuncia Thomas emocionado.

—Muy bien listo, cómo piensas que entremos todos ahí. —añado.

—Ish, cierto. Aún así creo que lo deberíamos coger para hacer relevos.

—Está bien, volvemos al edificio, metemos las provisiones en el coche y nos vamos.

Así hacemos, con la ayuda de las chicas nos encargamos de meter todas las armas y la comida de la que disponían ellas en el nuevo vehículo.

—Lo suyo sería continuar la carretera hasta que encontremos algo parecido a una ciudad —digo mientras me subo al coche.

—El coche irá primero más deprisa para avisar si hay algún peligro, ¿cuántos kilómetros podrá estar alejado esto de la civilización? —pregunta Thomas

—Esperemos que pocos. —le responde Minho

—Me pido conducir, Allison, para aquí, Minho, Lara y Thomas detras. ¿Bien? —Me coloco en el asiento del conductor.

—¿Y los demás? —Lara mira preocupada a las chicas.

—Nosotros le hemos visto primero, con lo cuál nos toca el primer turno. —respondo tajante.

Conducimos alrededor de dos horas al lado de nuestro grupo y el de las chicas que van andando. Cuando creemos que ya hemos tenido suficiente nos bajamos del coche y se lo dejamos al grupo de chicas. A las nueve decidimos parar y empezar a preparar el "campamento" para pasar la noche. Sólo tenemos algunas sábanas y mantas así que las ponemos de manera que todos podamos dormir y taparnos con ellas. Encendemos una hoguera y cenamos muy poco para que nos duren las provisiones. Todos estamos bastante callados, ni siquiera Minho hace bromas. Eso sí, todo el camino lleva hablando con la novia de Aris, Audrey, ella fue la que le empezó a hablar, la verdad es que es muy maja, tiene el pelo teñido de verde azulado y los ojos de color miel, esperemos que no se nos enamore mucho, al menos parece más alegre que hace unos días.

—Y, ¿cómo mantienes el color? —A Allison también parece que le ha caído bien, están por la fase del interrogatorio.

—Pues... por alguna extraña razón C.R.U.E.L seguía enviándome el tinte cuando llegué, tengo pensado cortarme el pelo así que por lo menos no quedará hecho una puta mierda.

—Échate el mismo champú que yo, mira, pelo Pantene, toca —dice Minho riéndose, Audrey le imita.

—¿Y qué tal con Aris? Recuerdo que es mi mejor amigo y todo los recuerdos con él pero poco sobre ti.

—Bien, parece un chico muy callado y tal pero en cuanto se suelta no le callas, es adorable.

—Oww, que bonito, el amor. Esperadme todos que me voy a potar unicornios de colores. —Audrey le da un golpe suave y se ríe.

—Qué envidioso.

—Cierto —añado yo.

Minho me observa, lanza una mirada de odio y sigue con su comida en silencio.

Nota de la autora: Bueno y ahí tenéis la siguiente parte de la historia, lo siento por no actualizar ayer, de verdad que no tuve tiempo, os lo compensaré, prometido. Recuerdo a todas las que queráis entrar en el grupo de Whatsapp de la historia que me pasen su número por privado o que lo dejéis en los comentarios. Una vez más espero que os haya gustado y que si es así votéis para que pueda verlo y pongáis todo lo que os dé la gana en los comentarios :P

Chauu ;3

Posdata: Siguiente capítulo narrado por Minho c:

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