Resurgense | TMR

Capítulo 29

Newt

—¿Qué? —pregunto sorprendido.

—Vimos que os dirigíais hacia aquí por las cámaras.

—¿Y no se os ocurrió venir a recogernos? ¡Hay chicas que casi mueren por la deshidratación! —exclama Thomas indignado.

—A eso íbamos.

—¿Sí? Pues llegáis un poco tarde. ¿Quién coño sois? ¿A dónde lleváis a todo el mundo?

—¿Cómo que quién somos? A ver niñato estás hablando con el presidente del estado de esta ciudad. ¿De qué vas? Lo único que estamos haciendo es llevar a nuestra gente a sitios seguros para que así todos estemos a salvo.

—¿A salvo de qué? —le interrumpo extrañado.

—De los infectados.

—No entiendo.

—Pasad, os daremos alojamiento y luego os lo explicaremos todo. Necesitáis una ducha chicos, oléis a mierda.

Derek se ríe, le daría una ostia si luego él no me reventase. Ese acto parece llamar la atención del señor.

—Derek, hijo, ¿qué haces tú con ellos? —Se acerca a él y le acaricia los hombros, Derek se aparta molesto.

—Te he dicho que no me llames así, estaba visitando a la abuela. Me he cruzado con estos cuando iba para casa.

—Es tarde, te quedarás a dormir, ¿no?

—Claro —responde dirigiendo una sonrisa a Allison, suspiro. Será una noche larga.

Cruzamos de uno en uno la puerta por la que cruza el hombre. Esta lleva a un tipo de salita con algunos sillones a la derecha, al lado de estos hay una puerta de cristal transparente por la que se puede ver un enorme conjunto de mesas, encima pone "Comedor". A la izquierda hay un mostrador con un señor que nos mira extrañado y, un poco más al fondo está otra puerta que da a un pasillo.

—Bien, chicos, os explico. Esto antes era un hotel normal y corriente, ahora es lo que utilizamos de manera gratuita para alojar a la gente unos días en lo que preparamos el transporte que los llevará a la zona segura. ¿Alguna pregunta?

—¿De cuántos días estamos hablando? ¿Tendremos que estar encerrados aquí todo el tiempo? —pregunta Allison.

—Serán solo dos días en vuestro caso y, no os lo toméis cómo una cárcel, nosotros os dejamos salir, obviamente, pero tampoco es que haya mucho allí afuera, y correréis el peligro de ser infectados. Eso es problema vuestro, claro.

Allison asiente y me mira. Observo la sala más detenidamente. En el sillón hay sentados señores más mayores que nosotros, están viendo en una pantalla algo, no tengo ni idea de que es.

—Creo que por hoy ya he respondido suficientes preguntas, podéis retiraros, este hombre os conducirá hasta vuestras habitaciones, la cena es a las nueve.

Doy la mano a Allison, seguimos al señor por unas escaleras dado que dice que no cabemos todos en el ascensor. Nos toca subir hasta la tercera planta, está desierta, supongo que las anteriores estarían completas.

—Esta piso va a estar dedicado únicamente a vosotros, espero que no montéis mucho ruido esta noche, tengo el sueño ligero. —Suelto una risa tonta y Minho me imita, el señor nos mira mal—. Yo paso de vosotros, eh esperad, quietos ahí —añade al ver que todos pasamos al lado de él ignorándole—. Habitaciones de las chicas a la derecha, chicos, izquierda, sin discusiones, me importa una mierda las amistades que tengáis entre vosotros.