-Camila-
No puedo dejar de pensar en Lauren
Ni siquiera cuando Dinah me ha visto llegar con ella. Ni siquiera cuando se ha enojado horriblemente conmigo. Ni siquiera cuando me ha dicho que no me conviene.
¡No puedo dejar de pensar en ella!
No puedo dejar de darle vueltas al torbellino de emociones que me embargó en tan solo una noche a su lado. El miedo, la impotencia, la empatía, la aprehensión, el dolor, el latir desbocado de mi corazón con su cercanía, los vuelcos de mi corazón mientras charlábamos...
No puedo dejar de pensar en la curva de sus labios mientras sonreía, en la forma en la que sus ojos se estrechaban cuando sonreía, en su mirada atenta en mí, en su voz de terciopelo, en su cabello desordenado...
Me obligo a cerrar los ojos y, aún cuando lo hago, soy capaz de verla. Soy capaz de recordar cada detalle de nuestra conversación.
Una parte de mí; la racional, me dice que debo alejarme. Que Dinah tiene razón, que Lauren es mala para mí. Pero otra; mi parte soñadora e impulsiva, me grita que debo volver a verla. Que debo seguir a su alrededor. ¿A cuál debo escuchar?, ¿Qué debo hacer?...— ¿Camila? —la voz de Dinah me saca de mi ensimismamiento.
— ¿Si? —susurro a la nada.
—Estoy preocupada por ti. Y porque estoy preocupada, voy a contarte lo que sé, ¿de acuerdo?Yo no respondo. Me limito a mirar un punto en el techo. La habitación está en penumbra. Sólo un par de rayos de luna se deslizan por la cortina de la ventana.
—Lauren va un semestre más abajo que yo —comienza y trago duro—. Cuando entró, toda chica en el maldito campus quería meterse en su cama y ella lo sabía. Rápidamente, comenzó a esparcirse un rumor acerca de que ella estaba compitiendo para ser campeóna nacional de boxeo en su categoría. Lo cual aumentó su fama entre las chicas.
Cuando me doy cuenta, me he incorporado en el colchón de mi cama. Estoy sentada, escuchando a Dinah.—Entonces, apareció ésta chica... Su nombre es Lucía Daddario. Lauren se volvió loca por ella, y no la culpo; era tan bonita que no había nadie en el campus que no fuera capaz de notarla. Tuvieron una relación bastante intensa, a lo que me contaron. Lauren era celosa..., muy celosa. No podía soportar ver a algún chico alrededor de su novia..., no sé bien qué fue lo que pasó. Dicen que ella le fue infiel con éste otro tipo, Thomas Green, que era de su mismo curso. Lauren se enteró y le puso una paliza.
Mi corazón se estruja dentro de mi pecho, pero me obligo a seguir escuchando. Necesito saber a dónde me estoy metiendo. Necesito saber porqué la gente le tiene tanto miedo.
—Thomas estuvo en coma, Camila —su voz es un susurro, pero siento como si lo hubiese gritado dentro de mi cabeza. Todo mi cuerpo se hiela solo de pensar en Lauren golpeando a otro chico con brutalidad—. Y no solo estuvo en coma..., Thomas murió. Después de tres meses en coma y dos semanas de gravedad, murió. Lucy puso una orden de restricción en su contra y se mudó. ¿Entiendes?, ¿entiendes por qué me preocupo tanto?, Lauren es peligrosa. No está bien. Hay algo que no marcha correctamente en ella, y todo el mundo puede notarlo.
No puedo hablar. No puedo respirar. No puedo dejar de escuchar los latidos irregulares de mi corazón. No puedo dejar de pensar en la chica que estuvo conmigo hace no más de un par de horas. No puedo imaginarla golpeando a alguien con tanta brutalidad. No puedo imaginarla...No quiero imaginarla.
—B-Buenas noches, Dinah—susurro con a voz entrecortada y vuelvo a acostarme en la cama, pero no puedo dormir. No puedo conciliar el sueño.