Capítulo 47 | Lauren

2.7K 239 36
                                    

-Lauren-



Es la noche de la final. Voy a enfrentarme de nuevo a Shana Green, pero ésta vez no voy a permitir que robe lo que me pertenece. Necesito estar concentrada. Necesito tener toda mi atención puesta en el campeonato, pero no puedo alejar a Camila de mis pensamientos.

No he sabido nada de ella en casi tres semanas. Le he escrito cientos de mensajes distintos, pero no he enviado ni uno solo. Al menos, no hasta anoche. Le envié un texto diciéndole acerca de ésta pelea; le hice saber que verla aquí, sería increíble. No creo que venga, de cualquier forma.

He querido rogarle perdón de rodillas, pero al mismo tiempo, sé que pedir perdón no va a cambiar nada. Nunca quise hacerle daño, y sin embargo lo hice. ¿Con qué cara voy a mirarla a los ojos y pedirle perdón?...

— ¿Estás lista, Lauren? —la voz del entrenador llega a mí, trayéndome de vuelta al presente.

Asiento, sintiendo un nudo en la boca de mi estómago. Los nervios y la adrenalina se detonan en mi sistema en el momento en el que me pongo de pie.

Soy capaz de escuchar el latido de mi corazón. Todo mi cuerpo zumba de anticipación. Tomo una respiración profunda y la dejo ir lentamente. El entrenador está hablándome, pero no soy capaz de escucharlo.

He estado esperando esto durante mucho tiempo. No voy a dejar que me lo quiten de nuevo. Ruedo mi cabeza en un círculo lento cuando llego al final del pasillo y coloco mis guantes, pidiéndole ayuda al entrenador para fijarlos por las cintas. No puedo llevar nada colgando en el cuello, pero el pequeño guante de plata que me regaló Camila me acompaña dentro de mi bota derecha.

Estoy tan aturdida, que ni siquiera escucho mi presentación. El entrenador tiene que empujarme para que avance por el pasillo entre las gradas. Soy consciente de que la gente está gritando, pero no soy capaz de escuchar nada más que el latir desbocado de mi corazón.

Trepo al ring, intentando sonreír como de costumbre, pero los nervios están carcomiéndome lentamente. Recorro la mirada por toda la estancia y sé que estoy intentando encontrarla entre la gente. Soy patética por creer que ella va a estar ahí, apoyándome.

— ¡Vamos, Jauregui! —grita alguien a mis espaldas, pero ni siquiera me molesto en mirar.

Mi vista se detiene en Shana, quien acaba de subir al ring y me mira como si quisiera matarme. No voy a dejarme amedrentar por su actitud amenazante, ¿cree que puede jugar conmigo?... Bien. Voy a darle con qué jugar.

La campana suena y nos reunimos en el centro del ring. El árbitro hace las señalizaciones pertinentes, pero no estoy escuchando. Aprieto los puños y me pongo en guardia, tomando una respiración profunda y lenta.

La campana vuelve a sonar y atesto un golpe en el pómulo derecho de Shana, quien se tambalea hacia atrás, trastabillando un poco. Aprovecho mi ventaja y golpeo su costado con fuerza. Libero otro golpe contra su barbilla y doy un par de pasos hacia atrás sólo para deleitarme con la vista de ella, limpiando la sangre de su boca con el dorso de su guante.

Shana se abalanza en mi contra, atestando una serie de golpes rápidos en mis costados. Me quedo sin aliento por unos instantes, mientras ella estrella su puño en mi nariz.

La hija de puta golpea con fuerza.

Intento orientarme, pero otro golpe es atestado en mi mandíbula. El dolor estalla más fuerte de lo que esperaba, haciendo que me incline hacia adelante, debido a la sangre que siento entremezclándose con mí saliva.

Golpeo al aire, intentando alcanzarla, pero estoy tan mareada y desorientada, que no sé ni siquiera dónde demonios se encuentra.

Mi cabeza está empezando a doler, todos mis sentidos están adormecidos. Apenas soy capaz de registrar el golpe que viene hacia mí, cubriéndome con los antebrazos.

DestruyemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora