-Camila-
— ¿Estás segura de que no necesitas ayuda con eso? —dice Dinah a mis espaldas. Me giro para encontrar una sonrisa divertida pintando sus labios.
—Lo tengo todo controlado —digo, volviéndome para observar cómo mi maleta sobre sale de la cajuela de mi viejo cacharro.
— ¿Estás segura de esto? —pregunta por centésima vez ésta mañana.
—Lo estoy —digo. Una sonrisa triste se dibuja en mis labios—. Sólo será un semestre. Aún no te deshaces de mí.
—Voy a echarte de menos.
—Y yo a ti, Dinah—sonrío—. Pero nos veremos dentro de unos meses.
—Si no vuelves, voy a ir hasta Los Ángeles por ti —me envuelve en un abrazo protector.
—No me reemplaces —medio río.
— ¡Nunca, cariño!
Aprieta mis manos en un gesto cariñoso. —Buen viaje, Camila Cabello.
—Hasta pronto, Dinah Jane Miller.
Acomodo la maleta de nuevo, ésta vez, teniendo éxito. Trepo al auto y le echo una última mirada a mi amiga antes de arrancar el motor y comenzar a conducir por las familiares calles de Nueva York.
Hace casi cuatro meses que Lauren y yo terminamos nuestra relación definitivamente. Hace casi cuatro meses que ella está en terapia psicológica. Hace casi cuatro meses que Lauren Jauregui entró a un grupo de control de ira. Y todo esto lo sé gracias a Chris, su hermano.
El primer mes fue el más doloroso. Verla en el campus y actuar como si fuese una extraña, fue la peor de las torturas. Con el tiempo, me fui acostumbrando a tener que mirarla de reojo. Me acostumbré a esconder el rostro detrás de un libro y husmear en su dirección sólo para asegurarme de que es real.
Me aferré a los recuerdos y he vivido de ellos hasta ahora. Ahora danzamos una cerca de la otra. Sé que está ahí todo el tiempo, pero no se acerca. Yo tampoco lo hago pero, de alguna manera, siempre estoy ahí.
Conozco todas y cada una de sus expresiones, conozco su sonrisa torcida, su mirada profunda y lo que hay detrás de la máscara de dureza que siempre lleva puesta.
Nos conocemos mejor que nadie en éste mundo, y ni siquiera nos dirigimos la palabra. Somos dos desconocidas que se conocen muy bien. Somos dos extrañas que comparten una historia, un pasado y un porqué.
He estado en contacto con Chris. No somos cercanos, sin embargo, cuando la angustia, la nostalgia y la desesperación me asaltan, es a quien recurro. Cualquier información que pueda recibir acerca de Lauren, es bienvenida.
El dolor ha mermado, pero el sentimiento no se ha ido. Sigo queriendo correr a su departamento a mitad de la noche. Sigo extrañando la seguridad de sus brazos, la profundidad de su voz y la fuerza que irradia todo su cuerpo. Es por eso que voy a pasar una temporada en casa, lejos de todos los recuerdos. Lejos de ella.
Estuve en su pelea. Miré cómo Lucia Daddario intentaba besarla. Miré cómo ella la rechazó. Una parte de mí quería correr a sus brazos y olvidarlo todo; pero otra, la que está llena de resentimiento hacia mi padre, sigue sin poder perdonarle las marcas en mis muñecas.
Tengo muchas cosas que resolver. Tengo muchos complejos que debo dejar de lado si quiero tener una relación estable. Lauren está tomando el control de su vida; yo tengo que hacer lo mismo con la mía.
Estoy cansada de sentirme insegura. Estoy cansada de sentir que el peso del mundo recae sobre mis hombros. Estoy cansada de mirarme al espejo y no reconocer a la persona que me mira de vuelta.
Estar con Lauren es someterse a la más hermosa de las torturas. Estar con Lauren es lanzarse a lo incierto. Es arriesgarse a ganar aún teniendo todo en contra. Tenía miedo de destruirme y terminamos destruyéndonos la una a la otra.
No quiero volver a hacerle esa clase de daño a nadie. Nunca más.
El puente de Brooklyn se alza en mi camino y sonrío, recordando cómo fue que conocí a Lauren en éste mismo lugar. Aquí fue nuestro primer encuentro y nuestro primer beso…
No hay mucho tráfico a ésta hora de la mañana, así que el puente está casi vacío. Estoy sumida en mis propios pensamientos, cuando la veo.
Mi corazón comienza a latir con fuerza contra mis costillas, pero me obligo a tragar las náuseas que están invadiéndome… El coche de Lauren Jauregui avanza del lado contrario al mío. Eventualmente, tendremos que cruzar nuestros caminos.
Aferro mis manos al volante y disminuyo la velocidad. Es la última vez que voy a verla en un largo tiempo. Necesito absorber cuanto pueda de ella.
Lauren me ve y, por un instante, nos sostenemos la mirada. Su coche pasa justo junto al mío, pero no se detiene. Yo tampoco lo hago. En ese momento me doy cuenta de que todo en ésta vida tiene un principio y un fin. Todo pasa por una razón. Lauren llegó a mi vida para hacerme ver que necesito ayuda. Necesito encontrarme a mí misma, aceptarme y aprender a perdonar. Lauren llegó a mi vida para cambiarla por completo. Me enseñó mi lado más oscuro, me mostró una parte de mí que ni siquiera sabía que existía. Me enseñó a amar y eso es algo que nunca voy a olvidar.
Es irónico cómo el destino une a las personas en el momento correcto, por las razones correctas.
La conocí justo aquí, en éste puente.
En éste lugar inició todo, y aquí es donde todo termina…
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N/A: Destruyeme trata de una historia de superación, lucha y cambio. Se necesita mucho valor para aceptar lo que eres, pero se necesita aún más coraje y determinación para cambiarlo.Lauren y Camila no se destruyeron, al contrario, se salvaron. Se mostraron sus demonios -crudos y crueles- , y se dieron ese empujón que faltaba para que decidieran arreglar sus vidas.
Habrá secuela de Destruyeme. Tanto a Lauren como a Camila, le vamos a dar una segunda oportunidad. Una oportunidad de probarse a ellas mismas que han cambiado y madurado. Que son capaces de intentarlo de nuevo. ¿Quién sabe?, quizás el tiempo sane las heridas. Quizás se den cuenta de que estar lejos es lo mejor por ahora…
EN UNOS MOMENTOS ESTARÉ PUBLICADO EL PRIMER CAPÍTULO DE LA SECUELA DE DESTRUYEME PODRÁN ENCONTRARLO AQUÍ EN MI PERFIL