-Camila-
Un nudo quema en la parte posterior de mi garganta. Mis ojos están llenos de lágrimas contenidas. Soy una idiota. No tengo derecho alguno de sentirme de ésta manera, pero lo hago.
¿Cómo pretender que no siento nada cuando sus besos me afectan de ésta manera?, ¿cómo pretender que no me duele el hecho de que una chica guapa como Layla está detrás de ella?...
Es una zorra, pero Lauren esta soltera. Puede hacer lo que le plazca, me guste o no.
— ¡Camila! —la voz de John me revuelve el estómago, y al mismo tiempo, una punzada de decepción me recorre el cuerpo. Una parte de mí esperaba que fuese Lauren quien me buscara—, ¡Maldita sea, Camila, detente ahí!, ¡no puedes dejar que Layla sepa que te ha afectado!
Me giro sobre mis talones y escupo—: ¡Me importa una mierda lo que Layla piense!, ¡se ha salido con la suya de cualquier modo!
— ¡Lauren está loca por ti! —dice, exasperado.
— ¡¿De qué me sirve que esté loca por mí si no hace nada para tenerme?!
— ¡Acaba de besarte, Camila!, ¡deja de hacer como que no lo ves!, ¡sabes que la tienes en la palma de tu mano!, ¡deja de ser una idiota y ve tras ella! —lágrimas calientes y pesadas caen por mis mejillas.
John es la única persona que me habla de ésta manera. No tiene filtros. Dice lo que piensa como lo piensa y de la forma en la que le viene a la cabeza.
Se acerca a mí. Luce triste, desesperado… — ¿Por qué terminaron, Camila? —está más tranquilo ahora.
— ¿C-Cómo sabes que estuvimos j-juntas? —tartamudeo. Intento sonar estable, pero apenas puedo hablar.
Rueda los ojos al cielo y medio sonríe. —Ella me lo dijo.
Limpio mis lágrimas y desvío la mirada. —E-Estar con Lauren es… —trago duro—. Es como subir a una montaña rusa. Un día estás arriba, sintiéndote invencible, sintiéndote mejor de lo que nunca te has sentido; y al otro, estás abajo, sintiéndote miserable e impotente…
—Está muy enamorada de ti, Camila—dice, acariciando mi mejilla con sus nudillos—. Te mira como si fueses la cosa más hermosa del mundo.
Mi corazón da un vuelco furioso. —N-No lo está —mascullo, intentando no ilusionarme demasiado.
—Tú estás loca por ella—dice, medio burlándose—. La trajiste a casa para las fiestas; eso dice mucho acerca de tus sentimientos hacia ella.
Lo miro a los ojos. — ¿Soy muy obvia, no es así? —intento reír, pero me sale horrible.
—Cariño, te la comes con la mirada —rueda los ojos al cielo. No puedo evitar reír un poco.
—camila… —una voz ronca, tranquila y familiar, me habla.
Todo mi cuerpo reacciona ante el sonido, provocándome un escalofrío intenso.
Miro por encima del hombro de John y soy capaz de observarla. Está ahí, con los ojos fijos en mí y expresión preocupada. Abro la boca para decir algo, pero no hay nada que pueda justificar mi comportamiento.
—Me voy —John anuncia. Besa mi mejilla y susurra en mi oído—: Díselo, Camila, o te golpearé con toda mi fuerza masculina.
Reprimo una sonrisa y lo veo avanzar hasta donde todos se encuentran.
Lauren no se ha movido ni un centímetro de su lugar. Me cruzo de brazos. — ¿Quieres caminar? —pregunto, sintiéndome torpe.
—Camila, yo no la besé —se defiende en un susurro preocupado.