Nothing cuts like a Mother

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—Déjame ver si entendí. Mi hijo está allá abajo enfrentándose SOLO a una serpiente gigante y el fantasma de un sociópata... y en vez de tener a gente calificada, ¡LE MANDAN UN PUTO PÁJARO! 

—Le iba a enviar el sombrero, pero la espada solo se le aparece a un verdadero Gryffindor. —explicó Dumbledore.

—Yo le voy a enseñar lo que es un verdadero Gryffindor.

—Lily- —intentó James.

Ella agarró el sombrero y sacó la espada de una sola vez, dejando a todos perplejos. Con una mirada de furia, salió de la oficina y fue directo a los baños, para ver ahí a Myrtle la llorona.

—Donde están.

El fantasma apuntó hacia abajo y Lily sin dudar bajó hasta allá. Encendió la luz en su varita y en el camino se encontró a Ron esperando con Lockhart.

—¡Señora Potter!

—Devuélvete. —le dijo en tono cortante, dándole su celular listo para llamar a James.

—Sí. —Ron nunca la había visto así, y le dio miedo. Así que Lockhart lo siguió. Mientras se iban, escuchó las rocas moverse y pasos furiosos y decididos.

La cámara se encontraba abierta, así que entró sin importarle absolutamente nada.

—¡Mata al chico! —escuchó hasta el final de la cámara—. ¡Deja al pájaro! ¡El chico está detrás de ti! Olfatea... ¡Huélelo!

Lily empuñó la espada, dispuesta a rebanar lo que se cuzara. Vio como el basilisco bajó la cabeza, retorció el cuerpo, golpeando contra las columnas, y se volvió para enfrentarse a Harry, que pudo verle las cuencas de los ojos llenas de sangre, y la boca que se abría.

Una boca lo bastante grande para tragárselo, bordeada de colmillos largos, delgados, brillantes, venenosos...

La bestia arremetió a ciegas. Harry, al esquivarla, dio contra la pared de la cámara. El monstruo arremetió de nuevo, y su lengua bífida azotó un costado de Harry, que hacía hasta lo imposible por esquivarlo. El basilisco atacó de nuevo, pero esta vez fue directo a Harry, mientras ella sigilosamente se movía por los bordes, llegando al cuerpo inmóvil de Neville. Intentó no hacer ruido mientras escalaba la estatua de Salazar Slytherin para tener una vista panorámica de la cámara.

—Estás muerto, Harry Potter —dijo sobre una voz que Lily reconocía y le dieron incluso nauseas. Lo vio a la distancia y sus manos temblaban, no tenía tiempo para pensar en cómo, la invadieron muchos sentimientos desagradables en ese momento—. Muerto. Éste es el fin del famoso Harry Potter. Solo en la Cámara Secreta, abandonado por sus amigos, derrotado al fin por el Señor Tenebroso al que él tan imprudentemente se enfrentó. pero al final te ha vencido Lord Voldemort. Sabías que-

Entonces Lily rápidamente, con una fuerza que no sabía que tenia, saltó de la estatua y decapitó al basilisco.

—¡Mamá! —gritó Harry en el suelo, frente a la cabeza.

—Harry... —ella lo abrazó fuerte—. Mi bebé... ¿estás bien? ¿En qué estabas pensando?

—Qué conmovedor —dijo Riddle con sorna—. Pero lógicamente no podías solo y tu mami sangre sucia tenía que venir a tu rescate.

Entonces, con un batir de alas, Fawkes, el Fénix que había enviado Dumbledore, pasó por encima de sus cabezas y dejó caer algo en el regazo de Harry; el diario que tenía Neville.

Lo miraron los tres durante una fracción de segundo, Riddle con la varita levantada. Luego, sin pensar, sin meditar, como si todo aquel tiempo hubiera esperado para hacerlo, Harry agarró un colmillo del basilisco y lo clavó en el cuaderno.

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