🍏No Fun Club🍏

Interlude

—Es horrenda.

—Ay, no seas amargado. Tiene tus ojos.

—Pues es mi hermana, duh.

—Duh. —Fred le picó un costado.

—¡Ay! —dijo Harry en un susurro, saltando para el lado.

—¿Te hace cosquillas?

—Ya, que la vas a despertar... mejor vámonos, porque si nosotros la despertamos, nosotros nos tenemos que hacer cargo.

Harry jaló a Fred fuera de la nueva habitación de Jade con mucho cuidado. 

—Recuerdo cuando Ginny nació. Es divertido tener una hermana pequeña, cuando crece lo suficiente, puedes fingir que hacer cosas por ti es lo más divertido del mundo.

—Ajá, mega divertido —dijo mientras salían al jardín—. ¿Me puedo quedar contigo esta noche? Si escucho ese llanto a las tres de la mañana otra vez, me va a dar un colapso.

—Sí, claro que puedes, siempre puedes. Qué divertido, una pijamada. Podemos jugar verdad o reto y contarnos historias de terror.

—Ay, pero me da miedo. —se rió Harry.

—Yo te abrazo. Ay, sí, de verdad quiero hacer una pijamada. Compremos comida, elijamos películas y nos hacemos una rutina de skin care.

—¡Sí! —sonrió Harry—. Pero tengo que echarme una siesta ahora para durar, o moriré a las once de la noche.

—Bien. ¿Nos ponemos en la hamaca?

—Nos vamos a caer.

—Quizás. —Fred lo jaló del brazo y se sentó en la hamaca, acomodándose con cuidado, y la dejó abierta para que Harry se acomodara sobre él.

—Sobrevivimos.

—¿Estás cómodo? —Fred le puso una mano en la cabeza y la otra en su espalda baja.

—Sí... —Harry se quitó los lentes y se acomodó en su pecho, solo le faltaba ronronear. Podía sentir su olor de cerca, y le encantaba, también podía escuchar su corazón y sus pulmones respirar, y sentir como acariciaba su cabello y su espalda.

Le gustaba tanto estar ahí, que sentía que lo amaba tanto que lo extrañaba. ¿Como lo extrañaba si estaba ahí? No sabía, pero tenía esa sensación.

Era tan fácil dormirse ahí, que cuando volvió a abrir los ojos, el cielo estaba naranjo y le dolía el brazo y el cuello.

—¿Estás vivo...? —le dijo arrastrando las palabras y tallándose un ojo.

—Más o menos. —le dijo Fred con una voz floja, pero Harry sabía que estaba sonriendo.

—Mh... ay, te babeé. Perdón.

—No importa, le da estilo a mi camisa.

—Llegué a soñar... estaba en... mi casa vieja, pero estaba infestada de fantasmas, no lo sé. Fue raro. Bueno. ¿Vamos a tener esa pijamada?

—Claro.

—Deberíamos ir a comprar cosas.

—Sí. ¿Ahora?

—Mh —Harry asintió y se levantó limpiándose la mejilla con la mano—. Tienes que cambiarte eso, te dejé una piscina.

—Bien. Okay. Ayuda... —Fred extendió los brazos y Harry se rió jalándolo para que se levantara también, y volver a entrar a la casa.

—Vaya, revivieron. —dijo Neville desde el sofá.

—¿Y mi mamá? —dijo Harry.

—Con Jade, la sacó a dar una vuelta.