Baby's on Fire

530 53 121
                                    

—Ron me contó que Draco vino a verte...

—Mh. Sí, vino. —asintió Harry limpiando el mesón de la cocina, sin mirar a Hermione. 

—Supongo que no salió bien si no está aquí hoy. —le dijo ella apoyándose, dejando de limpiar.

—Me dijo que lo de Theo era mentira y que "me amaba" —hizo las comillas con los dedos y la miró un poco hastiado—. Prácticamente le dije que era muy tarde, y le saqué en cara algunas cosas... además estoy con Fred, y bueno... lo que todos dicen es que me hace bien. Pero sigo sin estar... bien.

—Pero Harry, esto es algo bueno. ¿Sabes qué fue lo que hiciste?

—Pues lo mandé a la mierda y perdí a un amigo.

—Fue un acto de amor propio —ella lo miró entre orgullosa y enternecida, poniendo las manos en sus hombros—. Y está bien no estar bien ahora, nadie espera lo contrario. 

—Pero no sé, digo... están ustedes, y son buenos amigos y ahora estoy con Fred, pero sigo sintiendo ese vacío, como que no me puedo sacar ese sentimiento de que algo no está bien y que estoy caminando en una cuerda floja que se va a soltar en cualquier momento, porque la vida en cualquier momento se va a dar cuenta que no me merezco esto y me lo va a quitar. Y por eso me siento un malagradecido.

—Bueno, Harry. Tener un novio no va a solucionar tus problemas mágicamente, no te vas a curar con... el poder del amor, ¿sabes? Pero sentirte así no te hace un malagradecido. Y bueno, solo quería decirte que estoy de tu lado, y si te incomoda que siga relacionándome con Draco... el no es de lejos tan importante para mí como lo eres tú.

Harry le sonrió sin ganas.

—No te podría pedir eso. Tampoco se trata de hacerle la ley del hielo, es entre nosotros. Creo...

—Está bien...

—Yo creo que me voy a la cama.

—Pero si aún no es ni media noche... pensé que tendríamos una pijamada como la de la otra vez.

—Lo siento... solo quiero que se termine.

—No te preocupes. Si te animas después podemos ver una película o algo.

—Okay.

Harry salió de la destrozada cocina y subió a su cuarto en silencio. Cerró la puerta, le hubiera gustado cerrarla con llave, pero ahora toda la casa estaba diseñada para que nadie pudiera encerrarse.

Se sentó en su cama con todos los regalos y comenzó a abrirlos.

George le regaló una cantidad bastante decente de mota y algunas cosas nuevas de los Sortilegios Weasley con su respectivo catálogo, Hermione le regaló una libreta y un montón de lápices de colores, entre Ron y Ginny le dieron un álbum de fotos hecho a mano con sus mejores recuerdos, cosas que le gustaban, recortes y mucho simbolismo, Neville le dio chocolates y otros dulces que le gustaban, Sirius le regaló una computadora ✨mágica sin marca✨, Remus un planner, una agenda para que fuera un prefecto responsable y un skate que solía ser suyo, Lily y James optaron por sacarlo a pasear un día y que él eligiera lo que quisiera.

Cuando iba por el regalo de Dean, tocaron la puerta.

—Pasa... —dijo Harry sin mirar.

Fred entró y vio a Harry como un niño con sus regalos y todos los papeles y cajas esparcidos sobre la cama, con una mirada un poco culpable en su cara, como un gato que se acababa de comer a un canario; tosiendo plumas.

No pudo evitar soltar una risa enternecida y se sentó en el borde de la cama.

—¿Te gustaron tus regalos?

🍏No Fun Club🍏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora