—Su habitación es esta señorita.
Dorothea aclaró y entró a la cual será mi dormitorio.
—Por si acaso, tendrán uno más pequeño?
Negó
—La señora Victoria, quiere esta habitación para usted.
Victoria, Victoria, Victoria!
—Si, todo muy bonito pero quiero uno más pequeño.
Comente sin aún estar del todo convencida con esta gran habitación.
—Señorita Lillie, esto no es un hotel, no puede pedir otras habitaciones, no hay, esta es su única opción.
Acepté sin más.
—De quien es la habitación de a lado?
Dorothea me miró, con una sonrisa.
—De su abuela, señorita.
—Claro, ya decía yo, ella solo quiere mantenerme vigilada, por que eso es lo único que sabe vigilar y mandar a su gusto.
Dorothea escuchaba con interés.
—Dora, no hagas caso a lo que dice mi hija, está cansada, solo es eso. - comentó mi mamá, sacándome de la fuerza de mi nuevo dormitorio- hija deja de ser molestosa y acepta lo que te ofrecen sin rechistar por al menos una vez en tu vida.
—Puedo dormir con ustedes esta noche?
Junté mis manitas, pidiendo de por favor.
—Ya estas grandesita para eso, no crees?
—No, digo si. Tu madre es muy mandona, me pone de los nervios.
—A quien no. Tu padre ya está roncando- exclamo y lo movió al borde de la cama- tu padre cree que la cama es para el solito, como siempre.
Tratamos de dormir, pero, los ruidosos ronquidos de mi padre no permitían que pegara el ojo.
—Y si le tapamos la boca con una media? - susurre.
—Deberías, parece un tractor.
Mamá y yo nos reímos, sin vernos a la cara, por la oscuridad.
—Las estoy escuchando! -Respondió mi padre, asustándonos.
Al siguiente día, por la mañana, mis padres recogían sus pertenencias y las guardaban en sus bolsos.
—Entonces, me llamarán todos los días?
—Lo dudo, llamar por el teléfono de cable, nos costaría un ojo de la cara.
—Es decir, no van a llamarme?— casi me infartaba.
Mi padre negó.
—No nos mires de esa forma, te insistimos mucho para comprarte un celular, es lo más sensato que puedes hacer y no quieres, podemos escribirte por instagram y venir los fines de semana. —mencionó mi madre— aunque aún no manejo bien esas cosas de internet.
Tome el celular de mi madre, para mostrarle cómo utilizar las redes sociales.
—No todos los fines de semana, cariño—le recalcó mi padre a mi madre.
—Cómo?— me detuve con terror.
—Ya ves como me observa esa mujer, quiere matarme con esos grandes ojos de bruja que tiene.
—Es tu suegra, es normal que te mire así— respondió mi madre.
—Si, me siento bajo amenaza en esta casa.
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Mi exilio con la abuela
Teen FictionLibre y salvaje, al menos eso se cree de Melina, una chica muy inusual para un pueblo muy anticuado. Porque entre ser y no ser, Lillie es un desastre, pero vamos, un desastre muy divertido. Acusada de ser ladrona ✔️ Expulsada del colegio ✔️ Remode...