Me metí a la ducha, aún nerviosa al recordar los acontecimientos en la playa esa.
Si ahora era la playa esa, donde sus olas eran muy divertidas demasiados que casi nos matan.¿Qué pasó con Pamela? Bueno después del sepelio algunos lloraron y lloraron... es broma, como se dice por ahí "Hierva mala nunca muere" y aunque nuestra hierba mala casi muere, sobrevivió, claro al final vomito hasta lo que no tenía, pero lo bueno es que estaba viva, cierto? Después de brindarle los primeros auxilios el festival continuó con su mágico brillo, nosotras por otro lado ya nos habíamos hecho la película del siglo, donde Pamela moría y nosotras íbamos a la cárcel. Todo fue muy aterrador.
También resulta que aparecimos en las noticias, en pequeños videos de aquel festival que casi terminaba en tragedia, mis padres querían matarme pero se contenían, una vez más. No entendía de dónde sacaban tanta paciencia, eran dignos de admirar.
Mis tíos esta vez no fueron muy duros con Pamela, al contrario, fueron muy amables y se veían realmente preocupados, era de esperarse, su única hija casi terminaba en una caja y no de regalo.Los chicos por otro lado, no fueron a ninguna playa nudista o algo que se le asemeje. Al contrario, fueron al cine, resultó ser que Pamela se equivocó y la mayoría de chicos faltaron por un torneo de básquetbol, la otra mitad estaban en el cine.
Si, en un simple y cercano cine de la ciudad, mientras nosotros estábamos en constante lucha contra la muerte, literal, eso nos pasó por ir y querer curiosear en vidas ajenas.En muchas ocasiones dije que el viaje me parecía una locura, lo fue y mucho. Ahora todas las chicas me veían como una bola de cristal, me llamaban en la madrugada solo para que les respondiera preguntas simples, tipo:
¿Mi novio tiene a otra?
Si me como una hamburguesa, ¿engordare?
¿Debería ir a la escuela?
¿Sacare diez en el examen?
¿Debería comprar el boleto de la suerte?
Era una tortura para mi responder a cada una de las preguntas que me hacían. Solo faltaba que me pusieran un altar y un estante para hacer consultas.
La moraleja de esta aventura:
Nunca sigan a los chicos a una playa nudista.—Lillie, dejaré tu vestido en el armario.
Dorothea alzó la voz, salí de la ducha envuelta en toallas, hacía frío y me había arropado como mi mamá solía hacerlo cuando estaba pequeña.
—¿Que vestido? —pregunté.
Dorothea tuvo piedad de mi y salió sin decir algo más.
—Claro, ¡El vestido!
El vestido para el día de la boda ya me había llegado. Era lindo, simple, corto y fresco, muy fresco, de un color violeta pastel, muy encantador. Cuando fui a comprarlo, no me gustaba mucho, pero estaba elegido explícitamente por mi abuela, si pero eso no bastó o me detuvo para hacerle algunos arreglos, quedó a mi gusto y semejanza. Abrí la bolsa donde estaba el precioso vestido y lo observé un rato como loca. Creo que la abuela moriria si lo viera, así que lo refundí en el armario.
Estaba anocheciendo y se acercaba el momento de partir, si, partir a la noche de despedidas de solteras.
¿Que quién la organizó?
Pues esta hermosa y deliciosa mujer, si, hablaba de mi. En otros puntos, organizar la noche no fue tan fácil como me parecía al principio, cuando les supliqué y rogué a las cuatro novias que se dejaran festejar su última noche como mujeres libres y solteras, al menos dos de ellas si lo eran.
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Mi exilio con la abuela
Teen FictionLibre y salvaje, al menos eso se cree de Melina, una chica muy inusual para un pueblo muy anticuado. Porque entre ser y no ser, Lillie es un desastre, pero vamos, un desastre muy divertido. Acusada de ser ladrona ✔️ Expulsada del colegio ✔️ Remode...