—Hacen bonita pareja —dijo Santiago.
Yo asentí muy concentrada viendo por segunda vez la película de Sherk.
—Se parecen a nosotros —dije yo muy divertida mientras me metía un puñado de palomitas a mi boca.
Santiago empezó a reírse.
—Y quien sería yo? —preguntó sumido en la curiosidad, aunque el ya sabía lo que le esperaba por mi parte.
Me levante un poco y agarre el vaso con refresco que estaba en la mesita de noche al lado de mi cama. Bebí un largo sorbo. Estaba refrescante para mi seca garganta.
—Evidentemente serias el burro —contesté tranquila.
Santi empezó a reírse y hasta me contagió un poco con su alegría.
—Bueno, el burro tiene sentido de humor, es el mejor personaje —dijo levantando sus hombros con egocentrismo —entonces tú serías la dragona.
Eso ya no me gustó tanto, es que, quien quiere ser la dragona? Bueno, en sus principios a todos nos cae mal por ser pesada con Sherk y con Burro. A nadie le caes bien si pretendes o comértelos o quemarlos hasta dejarlos ceniza. Viéndole el lado positivo al personaje de la dragona, es que tenía un temperamento fuerte.
—Claro, soy de fuerte temperamento. Me siento un poco identificada con ella.
Santi se detuvo, seriamente.
—Si, eso no lo negaría nadie.
Detuve mi mano llena de palomitas a mitad del camino. ¿En serio había dicho eso?
—¿Qué estas tratando de decir? —inquirí casi de manera trágica.
Santi me ignoró y siguió prestando atención a la película.
Agarre el control de mi televisor y lo puse en pause, incluso dejé la comida a un lado. ¡LA COMIDA!. No dejas la comida a un lado al menos que sea importante.—Respóndeme, Santiago —pedí fingiendo un poco de molestia.
Santi me observó con rareza al ver que había puesto en pausa la película.
—¿Santiago? Donde esta el Santi o el amor? —preguntó mostrando dolor —Lillie, me hieres, lo digo en serio.
—Yo nuna te digo amor, eso ya rebasa la ridiculez —trataba de fastidiarlo un poco.
Pero él no se fastidio nada.
—Oye —se quejó como un niño mimado —yo suelo decirte amor.
Yo me hice al olvidada.
—A mi no me llamas así, seguramente es a alguna otra chica.
Me crucé de brazos.
—Otra chica? —estaba divertido —si que te pareces a la dragona.
Yo sonreí orgullosa.
—Si —dije dándole la espalda —pues aún no conoces de verdad mi temperamento de dragona.
Santi empezó a reírse muy divertido.
—Entonces preferiría no conocerlo.
Aunque podía ser muy divertida en ciertas ocasiones, aún pocas personas conocían mi lado oscuro, por decirlo así.
—Si —dije recordando ciertas veces en las que me convertí en la otra Lillie —será mejor que te comportes y así te evites conocerme del todo.
—Bueno, yo si quiero conocerte del todo —su comentario trazó una raya.
—¡Santiago! —me quejé divertida y avergonzada, solo un poco de lo ultimo.
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Mi exilio con la abuela
Teen FictionLibre y salvaje, al menos eso se cree de Melina, una chica muy inusual para un pueblo muy anticuado. Porque entre ser y no ser, Lillie es un desastre, pero vamos, un desastre muy divertido. Acusada de ser ladrona ✔️ Expulsada del colegio ✔️ Remode...