P2 - Capítulo 3

1.9K 203 18
                                    

Narra _____

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra _____

Abrí mis ojos, la luz del sol entraba por mi ventana, indicándome que el día comenzaba y tendría misiones de nuevo. Hace un año me volví jounin, pero en lugar de hacer misiones como los demás, me estuve desempeñando como médico en el hospital; claro, sin descuidar mis entrenamientos con Tsunade-san.

La puerta de mi cuarto se abrió dejando ver la figura de Kakashi con un mandil, estaba preparando el desayuno; podía sentir el maravilloso aroma gracias al desarrollo que mi olfato había tenido; ventajas de entrenar con ese ninja.

-Levántate ahora o llegaremos tarde -sentenció desde la puerta.

-Siempre llegamos tarde -respondí, levantándome para ir a arreglarme.

Bakashi regresó a la cocina y yo comencé a caminar tratando de no pisar a ninguno de los Niken que estaban en mi habitación, disfrutando del sueño que ya podría tener, era envidiable.

-Pero esta vez llegaremos más tarde de lo habitual.

Me acerqué a la mesa, eran unos deliciosos waffles, iba a tomar asiento cuando una cuchara aterrizó en mi cabeza.

-¡Auch! -grité, frotandome la parte adolorida.

-No te has lavado las manos ni los dientes, no puedes probar mi sagrada comida.

-Lo hice anoche antes de dormir, aún siguen limpias.

Comencé a oler mi propio aliento y la verdad era malo, pero intenté disimular, el baño estaba a 5 largos metros de distancia.

Kakashi suspiró y se tocó el tabique de la nariz, expresión que muy regularmente me mostraba.

-Ni soportas tu mal aliento, además, dormiste con los niken, no creo que tus manos se hayan mantenido limpias, así que ve y lávate esa cara, dientes y manos.

No tuve más remedio que ir rechistando al baño, desde ahí se escuchaban los quejidos de Kakashi sobre mi mal comportamiento y cómo los adolescentes somos los peores.

A pesar de eso sé que amaba vivir conmigo, tanto como yo amo estar con él.

A pesar de eso sé que amaba vivir conmigo, tanto como yo amo estar con él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A través del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora