"Aunque no me vea junto a ti en el futuro, te amaré, porque ahora soy capaz de hacer todo por amor, pelearé contra mi destino para poder estar junto a ti."
¿Será posible cambiar la historia de mundo shinobi?
______, es una chica llena de alegría...
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Limpiar, limpiar, limpiar.
Kakashi y yo teníamos clones por toda la casa para terminar las tareas de limpieza del hogar. Esa era la forma en la que estaba pasando mi día libre de la semana, sacrificando mis hermosas horas de sueño por una limpieza profunda.
—Apúrate, aún falta que dobles tu ropa —dijo un clon del Hatake que estaba pasando por el librero que yo sacudía.
—Pero Obito no entrará a ver si mi habitación está limpia —me quejé.
Era una ocasión especial, el Uchiha por fin saldría del lugar donde lo habían encerrado durante todos estos años, y ahora viviría con nosotros, o bueno, con Kakashi ya que pronto me casaría y tendría que abandonar el nido.
—Tú no lo conoces —respondió, cruzando los brazos —, no sabes lo que es capaz de hacer.
—He ido a verlo muchas veces y puedo decir que la limpieza no es su fuerte —respondí señalando con el plumero su pecho y recordando la poca higiene que se podía tener dentro de ese lugar.
El clon del Hatake entrecerró los ojos y se fue, por mi parte, seguí limpiando el librero, me había salvado esta vez, la próxima seguro él no tendrá piedad.
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Sentí su presencia llegar, corrí de la cocina donde estaba preparando la cena hasta la entrada de la casa para abrazar a el Uchiha más simpático que había conocido.
—Ha pasado un tiempo desde que recibí el abrazo de alguien —dijo, causando que mi corazón se apiadara.
—Me aseguraré de que Kakashi te abrace todos los días.
El sombrero del Hokage se estrelló en mi cabeza, provocando que me separara del Uchiha.
—Deja de decir tonterías y déjame pasar, que tengo que cambiarme de ropa —sentenció el Hatake, pasado directo a su habitación.
Lo conocía perfectamente, nunca cambiaba su ropa cuando regresaba del trabajo, siempre se sentaba directamente a cenar. Era un poco sospechoso.
Mientras, Obito, nervioso comenzaba a ver los libros que tenía en el librero.
