"Aunque no me vea junto a ti en el futuro, te amaré, porque ahora soy capaz de hacer todo por amor, pelearé contra mi destino para poder estar junto a ti."
¿Será posible cambiar la historia de mundo shinobi?
______, es una chica llena de alegría...
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Dos años habían pasado desde la guerra, más de un año desde que Sasuke se fue, muchas cosas cambiaron y otras se mantuvieron igual.
Había estado compitiendo en taijutsu con Lee, ambos estábamos tan agotados que decidimos dejar el marcador como un empate.
El Hyuga con cabello de comercial se acercó con una botella de agua para mí, ni siquiera me impresioné cuando Lee recuperó todas sus fuerzas en el instante en que Guy-sensei le propuso una carrera hasta un restaurante de BBQ, pero usando sus manos.
Los vi alejarse a toda velocidad con Tenten detrás de ellos, disculpándose con la gente que terminaban atropellando.
—No puedo creer que sigan haciendo eso de competir.
—Me gusta competir con el cabeza de coco —respondí —, siempre me hace dejar de pensar.
—Supongo que siempre tienes la cabeza en otro lado.
—No en un lugar, en una persona —respondí —, ¿alguna vez te has enamorado?
Me senté y tomé un poco del agua que Neji me había traído, se veía nervioso, tal vez no le gustaba hablar de esos temas. Su mirada dejó de estar fija en mí y comenzó a arrancar el césped en el que estábamos sentados.
—¿Por qué estás nervioso? —pregunté, curiosa —, no es como si fueras a decirme tu secreto para un cabello tan sedoso.
Creí que intentaría al menos bloquearme un punto de chakra, pero no, solamente respiró hondo, tal vez no debí preguntarle sobre amor.
—Me enamoré de ti —dijo, sin filtros ni más explicaciones.
El agua se me cayó. Deseaba que fuera una broma, pero sabía que ese Hyuga jamás bromeaba.
—Neji, no puedo corresponder tus sentimientos.
—Lo sé, creo que siempre lo supe, por eso nunca te lo dije —no sabía qué sentir, siempre lo consideré un amigo, fijó sus ojos perlas en los míos y continuó hablando: —. Creí que si me acercaba más a ti ahora que no está Sasuke, podría hacer que voltearas a verme, como te veo a ti.
—Por eso siempre estás cerca.
Él asintió, creía que nuestra relación era de una amistad cercana, pero en realidad era un amor no correspondido.
Debí haberlo visto cuando sus visitas al hospital eran cada vez más frecuentes, iba incluso cuando sólo tenía raspones.
—Nunca me mirarás como a él, ¿cierto? —mi silencio lo decía todo —. Yo ... necesitaré alejarme de ti, de esa forma espero volver a verte como amiga.
—Lo lamento.
—No lo hagas, no quiero tu lástima.
Se levantó y se fue del campo de entrenamiento, volví a recostarme en el césped. No podría verlo de forma romántica, nunca decides a quien ama tu corazón.
